Dos de los equipos con mejor actualidad del fútbol inglés llegaron a la final de la Copa de la Liga, que tuvo en Liverpool al campeón este domingo. Los de Jurgen Klopp se quedaron con el trofeo tras una intensa definición por penales ante Chelsea.
En Wembley, los equipos empataron sin goles durante los 90 minutos reglamentarios y el empate en cero también se trasladó a los 30 del tiempo suplementario. Thomas Tuchel, el entrenador de los Blues, tomó una arriesgada decisión antes de la definición desde los 12 pasos.
Durante todo el partido, Edouard Mendy, el arquero de los de Stamford Bridge, fue la gran figura, rescantando a sus compañeros en varias ocasiones con atajadas cruciales. Sin embargo, el DT alemán optó por cambiarlo por Kepa Arrizabalaga para los penales. Con 11 ejecuciones por lado, ninguno de los arqueros pudo contener un penal y fueron ellos mismos los que definieron el título. Caoimhin Kelleher anotó el suyo, pero el español remató por encima del travesaño.
"Tomo las decisiones que tomo. Lo quería sacar y lo saqué. No podemos saber qué hubiera pasado con Mendy. No podemos echarle la culpa a Kepa, si querés buscar un culpable, culpenme a mí", declaró Tuchel tras la eléctrica definición en la que todos los ojos se posaron sobre Kepa.
Y luego le sumó mérito a su estrategia y ejecución defensiva: "Fue un partido de fútbol muy entretenido, ser parte de esto es excelente. Ellos son probablemente el mejor equipo ofensivo de Europa en este momento, por lo que me enorgullece defender y jugar como lo hicimos".