Mientras Miguel Ángel Russo guarda silencio después de su salida de Boca Juniors, Daniel Córdoba le dedicó una carta abierta enDiario Hoyde La Plata y lo destruyó. El Profe fue su preparador físico a principios de los 90, cuando el DT pasaba por Lanús y Estudiantes.

“Cuando vas por el lado sucio. Si elegiste ese camino, bancalo”, arremetió el PF contra el entrenador y le tiró: “Te dejaste manosear por un contrato en Boca en donde sabías que ibas a ser una figura decorativa. En donde se conocía que solamente te tocaría obedecer, dar la cara y ser humillado”.

La relación entre estos dos personajes se rompió hace años, a tal punto de que Córdoba lo aniquiló hace un par de meses y dejó en claro el motivo de sus diferencias: “No es una persona de códigos. Yo fui quien se peleaba con él a la salida de los partidos cuando la gente alguna vez lo insultaba, fui quien renunció con él a la par de Estudiantes de La Plata y después me trató de traidor, fui quien alguna vez le pedí un sueldo de 5 mil dólares y una prima de 15 mil y esa prima no la vi nunca y los 5 mil que me había dicho que sí, fueron 3 mil”. ¡Picante!

En el cierre de su carta, Córdoba fue directamente al hueso: “Como te deseo que tu enfermedad esté curada y vivas 1.000 años, también te digo gracias por desenmascararte tan solo por unos dólares más”.

La carta completa del Profe Córdoba a Russo

Cuando desde chico te creés que sos más, pero no sos más que un soberbio. Cuando te aprovechás de un club que decís amar, pero le hacés firmar contratos muy caros sabiendo que tu rodilla no puede más, y sabés que ningún otro club te iba a venir a buscar a finales de los 80, jamás.

Cuando esperás que ese club descienda y lo ayudás a ascender llevándote con negociados o sueldos desorbitante todo su dinero hasta quebrarlo. Cuando vas recorriendo por el fútbol comprando prensa que a veces escondió fracasos. Cuando vas por el lado sucio. Si elegiste ese camino, bancalo.

Hubo gente que te bancó. A toda la defraudaste. Te dejaste manosear por un contrato en Boca en donde sabías que ibas a ser una figura decorativa. En donde se conocía que solamente te tocaría obedecer, dar la cara y ser humillado. Sin embargo, aceptaste sin chistar todo lo que te imponía el poder de turno. Como has hecho siempre, siempre y siempre… Y así te fue, Miguel, así terminaste.

Vos mismo, por unos dólares más, te sacaste públicamente la careta. Y te sacaste de encima a Gottardi y a tu cuerpo técnico que siempre te acompañó. Todo por unos dólares más. Ni siquiera te importó que se supiera de tu incapacidad de trabajo en el campo y de tu falta de manejo de grupo. Tu único sostén fue constantemente el hacer lobby o relaciones públicas con los poderosos.

Como te deseo que tu enfermedad esté curada y vivas 1.000 años, también te digo gracias por desenmascararte tan solo por unos dólares más.