Horas de profundo dolor se viven en el fútbol argentino. Miguel Ángel Russo, histórico entrenador y referente del fútbol nacional, falleció a los 69 años tras atravesar complicaciones de salud sufridas semanas atrás. El exentrenador de Boca permanecía internado en los últimos días, intentando recuperarse de un cuadro que finalmente no pudo superar.
En medio de la conmoción, el Xeneize expresó su dolor a través de un comunicado en redes sociales, donde despidió con afecto y reconocimiento al técnico que supo conducir al club a la gloria continental.
“El Club Atlético Boca Juniors comunica con profunda tristeza el fallecimiento de Miguel Ángel Russo. Miguel deja una huella imborrable en nuestra institución y será siempre un ejemplo de alegría, calidez y esfuerzo. Acompañamos a su familia y a sus seres queridos en este momento de dolor. ¡Hasta siempre, querido Miguel!”, compartió la institución.
Russo había atravesado en el último tiempo una serie de internaciones. Primero, por una infección urinaria, y luego por un cuadro de deshidratación que lo obligó a mantener reposo bajo recomendación médica. Esa situación le impidió reincorporarse con normalidad a los entrenamientos y estar presente en el banco de suplentes, siendo reemplazado de manera interina por su ayudante, Claudio Úbeda, quien dirigió los últimos encuentros de Boca ante Defensa y Justicia y Newell’s.
Durante las últimas semanas, desde el club se había optado por mantener la cautela respecto a su estado de salud, sin emitir partes oficiales ni detalles sobre su evolución. Sin embargo, el deterioro de su cuadro generó preocupación en el ambiente del fútbol, que ahora despide a una de sus figuras más queridas y respetadas.
Russo, campeón de la Copa Libertadores 2007 con Boca y de múltiples títulos en el fútbol argentino, deja una huella imborrable en el deporte nacional. Su partida enluta no solo al club de La Ribera, sino a todo el fútbol argentino, que despide a un símbolo de trabajo, humildad y grandeza.
