Marcos Rojo hizo efectiva la rescisión del contrato con Boca que expiraba en diciembre de este año poniendo en escribanía la firma al acuerdo de desvinculación que ahora le permitirá decidir los rumbos de su carrera profesional como futbolista libre.
A la salida de la misma, el defensor fue abordado por ESPN y terminó de confirmar esa rescisión, aunque eligió hacer silencio sobre su vinculación con Racing que ya parece ser un hecho. “No sé todavía”, dijo al ser consultado al respecto.
Mientras iba camino de su camioneta para retirarse, Rojo dejó un primer mensaje a los hinchas de Boca tras hacer efectiva su salida: “Quiero agradecerles por el cariño y el respeto todo este tiempo. Lo disfruté mucho”, fueron las palabras del defensor.
El zaguero dijo no haber mantenido ningún tipo de diálogo con Juan Román Riquelme en las últimas horas, sí con Marcelo Delgado en representación del Consejo de Fútbol del Xeneize, ni tampoco con Gustavo Costas, entrenador de La Academia donde parecen estar listos para recibirlo.
Aunque no quiso confirmar ningún tipo de acuerdo, Marcos Rojo sí manifestó que quiere tener cuanto antes donde seguir dando lugar a su carrera profesional. “Voy acelerar. La idea es seguir jugando al fútbol. Es lo que me gusta hacer, lo que disfruto”, señaló.
Su posteo en redes
Poco después de dejar la escribanía, Rojo se expresó con un mensaje mucho más extenso en redes sociales, en el que volvió a agradecer a los hinchas, pidió perdón por sus errores y remarcó que hubo situaciones que decidió callar por el bien del club.
Revisión médica y firma de contrato
Tras las palabras de Marcos Rojo, el periodista Tomás Davila adelantó en ESPN que el defensor tiene programada la revisión médica con Racing a las 13.30 en el Centro Médico Derago Payán y que de no mediar inconvenientes firmará hoy mismo un contrato por productividad, vinculante hasta diciembre de 2026.
Además, confirmó que el jugador no se hará presente en La Bombonera este sábado, como había deslizado, para presenciar el clásico entre Boca, su ya ex equipo, y La Academia, que lo espera con brazos abiertos.
