La derrota ante River no es una mas en el ciclo de Fernando Gago en Boca. El cambio de esquema, el juego mostrado en el Monumental y las declaraciones del entrenador han abierto viejas grietas alrededor de su nombre y nuevamente su futuro es una incógnita.

Luego de la eliminación en el Repechaje de la Copa Libertadores contra Alianza Lima, el DT había quedado en la cuerda floja y sin margen de error, incluso de no haber sido por su inmediato triunfo ante Rosario Central en La Bombonera, su trabajo pudo haber terminado en marzo. Ahora, un nuevo golpe vuelve a dejar tambaleando al entrenador que no tiene más lugar para tropiezos.

Debido a la lesión de Edinson Cavani, Pintita sorprendió por un esquema de 5 defensores que no le funcionó en el Superclásico y que encima no desarmó hasta los minutos finales del encuentro en el que finalmente perdió 2 a 1 dejando una pálida imagen. Es por esto que nuevamente empieza a ser mirado de reojo por los hinchas, la dirigencia y ahora, por parte del plantel.

Hay jugadores que no quedaron conformes con el planteo de Gago para enfrentar a River y desde el Consejo de Fútbol están en la misma sintonía. Pero, lo cierto es que como el equipo está primero en su grupo y queda apenas un partido para el cierre de la etapa regular, el entrenador seguirá en el cargo. ¿Hasta cuando?

Si después de Alianza Lima, no tenía margen, ahora mucho menos. Boca quedó obligado a salir campeón de la Copa de la Liga. Mejor dicho, Gago quedó obligado a ser campeón para seguir en el cargo porque de lo contrario su ciclo habrá llegado a su fin.

El Xeneize tiene la ventaja de ser líder y si consigue un buen resultado ante Tigre en Victoria se asegurará definir como local octavos, cuartos y semifinales del certamen doméstico cuya final se disputará en el Madre de Ciudades de Santiago del Estero.

Es prácticamente un hecho que si el equipo no se alza con el título, el trabajo de Pintita habrá terminado y un nuevo técnico asumirá las riendas de cara al Mundial de Clubes que se celebrará en Estados Unidos. Es que las formas de la derrota frente a River transformaron internamente el convencimiento en desconfianza y adelantaron los tiempos para su partida.