Este lunes, cuando Boca intentaba pasar página de la dura derrota ante Belgrano, comenzando una nueva semana de trabajo, un inesperado golpe bajo: le devolvió el dolor de cabeza al Xeneize: en una secuencia que pasó desapercibida en cancha, Leandro Paredes llegó a la cuarta amonestación en el Torneo Clausura y quedó al borde de la suspensión, una situación que pone en serio riesgo su presencia en el Superclásico contra River.

La tarjeta en cuestión fue exhibida sobre el cierre del primer tiempo, luego de una falta del volante sobre Lucas Passerini. Sin embargo, en una situación tan inusual como real, la amonestación pasó prácticamente desapercibida tanto para la transmisión como para la mayoría de los presentes en La Bombonera.

Fue recién este lunes, una vez que el juez presentó el informe oficial del partido, que la sanción se asentó a nivel estadístico y se confirmó la noticia que hoy preocupa a todo Boca. Es que esta amonestación se suma a las que Paredes ya había recibido en los encuentros contra Huracán, Aldosivi y Central Córdoba, completando así el combo de cuatro que lo deja “en capilla”.

El reglamento es claro: al alcanzar la quinta amarilla, un jugador debe cumplir una fecha de suspensión. El calendario de Boca antes de enfrentar a River incluye dos paradas: Barracas Central y Estudiantes. Esto pone al campeón del mundo en una encrucijada: si es amonestado ante el Guapo, se perderá el duelo clave en La Plata, pero en caso de ver la amarilla frente al Pincha, quedará automáticamente suspendido para el Superclásico.

Para agravar el panorama, Paredes no es el único en esta delicada situación. El defensor Lautaro Di Lollo también acumula cuatro tarjetas amarillas y corre exactamente el mismo riesgo.

El antecedente de Paredes en Boca vinculado a protestas contra el árbitro

Ante el episodio que el volante protagonizó con Dóvalo y le valió una amonestación, trae al presente una secuencia similar que vivió con Jorge Baliño en la derrota de Boca ante Defensa y Justicia. Aunque existen dos diferencias: allí las cámaras sí lograron captar el momento de tensión, pero el jugador no fue amonestado.

La situación ocurrió en la segunda mitad. Fastidioso por lo que consideraba demoras reiteradas del Halcón, Paredes comenzó a protestar con gestos y palabras subidas de tono la toma de decisiones de Baliño. “Dale, la puta madre, estás pelotudeando (SIC)”, se lo escuchó gritar en dirección al juez, según registraron las cámaras alternativas de ESPN.

En ese sentido, según pudo reconstruir Bolavip a partir de la explicación arbitral y el testimonio de jugadores que corroboraron la situación, el árbitro estaba de espaldas y en ningún momento escuchó ningún insulto, llevándose alta responsabilidad el ruido del estadio y la vorágine del encuentro. Esa circunstancia, sumada a que las frases de Paredes fueron interpretadas como parte del fastidio por el resultado, hicieron que el árbitro optara por no frenar el juego ni detenerse en el exabrupto.