Por los 32avos de final de la Copa del Rey, Real Madrid hará su estreno en el certamen con la visita al CF Talavera de la Reina, equipo que milita en la Primera RFEF, es decir, la tercera división española, y que viene de dar el batacazo al eliminar a un histórico como lo es el Málaga.
En la previa de este encuentro, Bolavip habló con Gonzalo Di Renzo, el delantero argentino de 29 años que se desempeña en el club español y que palpitó lo que será este partido histórico tanto para su equipo como para él. Además, hizo un repaso sobre su carrera y la actualidad en España.
El campeonato con Lanús
Tras iniciar su recorrido en Liniers de Bahía Blanca, su ciudad natal, a los 15 años el delantero pasó a las divisiones inferiores de Lanús, en donde continuó con su formación y llegó a ser parte del plantel campeón del Torneo Transición 2016, en el que golearon a San Lorenzo en la final.
– En Lanús llegaste a integrar el plantel campeón del 2016…
-Sí, tenía 20 años recién cumplidos. Un equipazo impresionante: Pepe Sand, Laucha Acosta, Mouche, Víctor Ayala, Gustavo Gómez, Braghieri, el Negro Gómez, Maxi Velázquez… Todos estaban en su punto justo. Veníamos del año anterior con los Mellizos, fútbol muy vertical, 4-3-3 directo al área, todo vorágine. Llega Almirón y cambia todo: posesión, salir jugando, pausa. Me acuerdo que Maxi Velázquez y algunos grandes nos decían a los pibes “adáptense rápido porque esto es otra cosa”. Pero con esos nombres era imposible tener minutos. Igual fue una experiencia brutal aprender de ellos todos los días.
– Con 20 años, ¿Cómo te tomabas estar detrás de tantos monstruos y no jugar?
-En ese momento solo quería jugar, me desesperaba. Hoy con 29 años lo veo distinto, con más madurez. Ahí no tuve lugar y salí a préstamo a Sarmiento de Junín y después a Patronato de Paraná, los dos en Primera. Lanús era un club modelo, todo perfecto. Sarmiento y Patronato más humildes, más de barrio, pero con un sentido de pertenencia increíble. Me sirvió muchísimo curtirme solo, conocer ciudades nuevas y que te tiren a la cancha con 20-21 años a asumir responsabilidades.
– Después de esos préstamos volvés a Lanús en 2018…
-Me llamó Carboni, que llegó después de la final de Libertadores 2017, y después estuvo Luis Zubeldía. Jugué bastante ese año, pero a finales de 2018 Zubeldía me dice que no me iba a tener en cuenta. Todavía tenía contrato, así que me fui al Deportivo Lara de Venezuela.
Las primeras experiencias fuera del país
Sin lugar en el Granate, Di Renzo emigró al ya extinguido Deportivo Lara de Venezuela, equipo con el que jugó en la primera división de este país y también disputó la Copa Conmebol Libertadores.
-¿Cómo fue tu experiencia en Venezuela?
-Increíble. Teníamos un estadio para 50.000 personas hecho para la Copa América 2007. Jugamos en el Mineirão contra Cruzeiro, en el Arena Corinthians… estadios de locos. El país estaba en crisis, pero dentro del fútbol nos cuidaban. Una vez pasamos cinco días sin luz, hornallas eléctricas, imposible cocinar. Y tuve un susto gigante con mi novia: vino a visitarme, la fueron a buscar a Caracas y tardaron seis o siete horas porque se quedaron sin señal. Al final fue un problema del auto, pero casi me infarto.
– De ahí pasaste directo a Estados Unidos en plena pandemia..
-Del socialismo al capitalismo puro. San Antonio FC, franquicia de los Spurs. El club funcionaba perfecto. Íbamos a recorrer todo el país y jugamos 15 partidos por el COVID. Había un nivel físico impresionante, atletas. Técnico canadiense, hombre a hombre en toda la cancha, hasta el central me marcaba a mí de nueve, fue una buena experiencia.
El regreso a Argentina y la seguidilla de lesiones
Luego del paso por Estados Unidos, el delantero regresó para jugar en Estudiantes de Caseros. A lo largo de la carrera, sufrió 9 fracturas, por lo que se truncó la posibilidad de tener continuidad.
-Sufriste varias lesiones a lo largo de tu carrera…
-Tuve tres fracturas quinto metatarsiano (dos derecho, uno izquierdo), dos en dedos de las manos, me fracturé la clavícula y el año pasado el pómulo. En Lara me operaron, en Caseros entré y a los cinco minutos sufrí otra fractura. Son lesiones que te operan, tornillo y en dos meses estás de vuelta.
El recorrido por España
-Superadas las lesiones y con el pasaporte italiano a disposición, Di Renzo inició su camino en España. Inició en la quinta categoría, y poco a poco fue escalando, a tal punto que saltó a la tercera división con tres meses de diferencia.
– ¿Cómo fue tu primera experiencia en España?
-En 2021 me fichó UD Lanzarote, un equipo de la quinta categoría. Llegué fundido, campo sintético, pensé “más abajo no hay” y pude hacer 36 goles en 60 partidos.
– De ahí te llamó Ourense…
-Último día de mercado 2023. A Ourense le pagan la cláusula al nueve, me llaman de urgencia, Lanzarote no me quería largar… llegué sobre la hora y en tres meses ascendimos. Subí dos categorías en 90 días. El año pasado me fracturé el pómulo y un dedo de la mano en el playoff de ascenso; igual jugué con protección y vendaje. El dedo quedó medio torcido, pero tiene fuerza.
– Este año llegaste a Talavera, recién ascendido..
-Me llamó el director deportivo, hablé con un excompañero de acá y me dijo maravillas. Es una ciudad tranquila, con menos de 100.000 habitantes, y el club es un histórico de categorías menores, su clásico esToledo.
El camino en la Copa del Rey y la posibilidad de cruzarse a Real Madrid
Tras superar en la instancia anterior al Málaga, equipo que milita en segunda división, CF Talavera tendrá la oportunidad de enfrentarse en condición de local a Real Madrid, en un partido histórico tanto para el club como para la ciudad.
-¿Cómo vivieron el sorteo de la Copa del Rey?
-Nos juntamos en el salón VIP, cámaras por todos lados. Mandamos a un compañero a Madrid a sacar bolillas. Primero Ourense-Athletic, Baleares-Atlético… y cuando sacó Talavera de la Reina explotó todo. Después Real Madrid y fue una locura total. Saltábamos, gritábamos y revoleamos botellas.
-Me imagino la revolución de la ciudad…
-Paralizada. Hay cola gigante para entradas y hacerse socio. Estadio 5.500, va a reventar. El celu no para. Hasta a nosotros nos quieren cobrar la entrada, ja.
– ¿Qué expectativas tienen para el partido?
-Once atrás y a pelearla. Campo gigantesco, van a tener espacios, pero vamos todo. No vienen atravesando un buen momento y tienen que ganar, no creo que pongan solo pibes. Vamos a pelear e intentar hacer el mejor partido posible. En la cancha somos 11 contra 11.
-¿Te gustaría cruzarte con Franco Mastantuono?
-Obvio. Con Manu Farrando, el otro argentino del equipo, ya dijimos: salimos con el mate calentito antes del partido y los invitamos a unos amargos. “Franquito, vení a tomar unos mates y bajá un cambio”, ja.
–¿Hay promesa en caso de ganar el partido?
-Uff, una promesa… Mejor no decir nada y disfrutar el momento. Pelado soy muy feo, así que nada de raparse, ja. Pero un tatuaje sí: los dos escudos y la fecha del partido. Ahí sí me lo hago.
