Así como existen carreras destacadas por títulos y estadísticas disruptivas, otras se miden por cuestiones que sobrepasan a la pelota. Y la de José Rodríguez pertenece a la segunda categoría. Este martes, al cumplirse dos años de los ataques terroristas de Hamás que desataron la guerra en la Franja de Gaza, un mensaje en sus redes sociales devolvió su nombre a la actualidad. “7 de octubre, día que cambió mi vida y quedó marcado en mi corazón“, escribió el futbolista.

A pesar de no figurar en la primera plana de la élite futbolera, el nombre de José Rodríguez no pasa desapercibido. Su nombre obliga a retroceder en el tiempo, a su época en la que se presentó como una promesa. Formado en las inferiores de Real Madrid, se anotó en los libros de historia al convertirse en el jugador más joven en debutar con el Merengue en la Champions League. Tenía tan solo 17 años y 354 días cuando, en 2012, José Mourinho lo envió a compartir cancha con Cristiano Ronaldo, Iker Casillas y Kaká.

Tras aquella presentación, todo hacía creer que su carrera iría solamente en ascenso. Sin embargo, el fútbol lo llevó por un camino inesperado. Tras no lograr consolidarse en el primer equipo, inició un periplo que lo convirtió en un auténtico trotamundos: Galatasaray en Turquía, Mainz en Alemania, y una larga lista de clubes en España. Pero fue en Israel donde lograría asentarse y su vida tomaría un giro definitivo, forjando un profundo lazo con la región gracias a a sus pasos por Maccabi Haifa, Maccabi Tel Aviv y Hapoel Tel Aviv.

José Rodríguez junto con Mourinho el día de su debut (@josseroodriguez25).

El comienzo del terror

El 7 de octubre de 2023, la realidad de la guerra golpeó su puerta. Su relato, recogido tiempo después por Infobae, lo dice todo. “Estaba durmiendo hasta que me despertaron mi mujer y mi hijo porque estaban sonando las alarmas. Cuando sonó la sirena, teníamos un minuto y medio para meternos en el búnker. No temía por mi vida, sino por mi familia. ¿Qué les dices a los niños? Cómo explicarles la situación cuando viene tu hijo y te dice ‘papá, vamos al búnker’”, contó.

Veía en las noticias que entraban en las casas y búnkeres y ya uno se hace su propia película y se asusta“, confesó, a la vez que detalló el momento en el que tomó la decisión de abandonar Israel: “Cuando el club nos ofreció salir del país, nos dimos cuenta de la gravedad de la situación“. La huida fue tan precipitada que tuvieron que dejar todo atrás. “Cuando cogimos el avión fue una liberación“, confesó.

Hoy, a sus 30 años y buscando reencontrar su mejor versión en el Flamurtari de Albania, José Rodríguez no olvida. Su posteo en el segundo aniversario del ataque, acompañado del hashtag #AmIsraelChai (“el pueblo de Israel vive”), es una reafirmación de su postura y de su afecto. “Estoy orgulloso de amar y ser amado por el pueblo de Israel“, sentenció.