Si hay algo que se le reconoce a Diego Simeone es que con sus 14 temporadas al mando del primer equipo logró que el Atlético de Madrid se instalara como la tercera potencia del fútbol español. Antes, era un puesto en el que se iban rotando con el Valencia, el Athletic Club de Bilbao, Real Sociedad, Sevilla y Real Betis.

De hecho, las dos ligas que obtuvo el Cholo en 2014 y 2021 (el Atleti alcanzó así un total de 11 campeonatos nacionales) fue lo que hizo que despegara un poco del resto de los clubes mencionados. Pero claro, esa posición que ya se consolidó en la interna de LaLiga, a su vez, en la actualidad, provoca cierta dependencia de mantenerse como el tercero en discordia en un fútbol en el que casi siempre es una discusión de dos: Real Madrid y Barcelona.

Además, el hecho de haber clasificado a más de una docena de Champions League de manera consecutiva también significó mayores ingresos que el Atlético de Madrid invirtió para reformar totalmente el club. En resumidas cuentas, pasó del Vicente Calderón a un estadio absolutamente moderno, con mayor capacidad y con mejores y más posibilidades de crecimiento con las hectáreas que tiene a disposición a su alrededor.

Al respecto, Miguel Ángel Gil Marín, propietario del Atlético de Madrid, explicó en una exposición que ofreció en el Business Sport Forum que se realizó este martes 23 de septiembre en la capital española, que por las erogaciones planificadas y la ambiciosa ciudad deportiva que están construyendo, el primer equipo no puede darse el lujo de bajar del podio en el campeonato de la primera división.

”Tenemos un presupuesto en el que ser tercero es una obligación, no un deseo. Hemos marcado una diferencia grande, porque Real Madrid y Barcelona están en unos 2.000 millones de facturación y nosotros en 500, pero los siguientes ya bajan a 200. Nos da estabilidad seguir compitiendo en la Liga de Campeones, porque supone el 20 por ciento de los ingresos. Nunca renunciamos a más, porque el rendimiento deportivo es bueno”, comentó Gil Marín.

No obstante, aunque entre líneas parece meterle presión a Diego Simeone, resaltó su apoyo al entrenador argentino: “Cinco partidos no nos pueden hacer cambiar después de dos años con inversiones en jugadores cercanas a los 200 millones. La ilusión generada ha llevado a un arranque decepcionante, pero no tengo duda de que vamos a seguir haciendo lo que hemos venido haciendo: competir. Hay talento y hay pasión por parte de nuestro entrenador. Sigo creyendo 200 por ciento en Simeone. A nuestra manera y con nuestros valores, competiremos”.

Miguel Ángel Gil Marín destacó la gestión de las Sociedades Anónimas por encima de la de los clubes

“El proyecto es el mismo con o sin entrada. El año pasado hicimos una ampliación y en el 21 ya habíamos hecho otra. Llevamos tiempo recurriendo a ellas, mejor que recurrir a las palancas como hacen otros clubes que no son sociedades anónimas. Me parece bastante más tradicional poner dinero para mejorar la situación. Se trata de que tus accionistas estén contentos porque el valor de la marca va creciendo y de asumir los retos de la parte deportiva: calendario internacional que resulta esencial, controles financieros, multipropiedades que preocupan, régimen de sistemas arbitrales, competiciones que buscan ser cerradas y no basarse en la pirámide del fútbol…”, señaló Gil Marín.

Por otro lado, relató lo que fue la mudanza del Calderón al Metropolitano y la oportunidad de crecimiento que le dio esta determinación: “En su día tomamos una decisión arriesgada, movernos del Calderón a una parcela de 115 hectáres que está en medio de la nada. Pero eso se convirtió en una grandísima oportunidad, porque hoy estamos desarrollando esas hectáres para que el barrio se convierta en un destino, para que los aficionados del Atlético sientan orgullo y para que los vecinos del distrito y los madrileños en general entienda que a través del fútbol se puede generar convivencia, inclusión y respeto. Estamos dedicando mucha inversión y muchas horas a construir ciudad”.