La incorporación de una segunda carrera del Campeonato Mundial de la Fórmula 1 en España es una realidad, con el Gran Premio de Madrid pactado a celebrarse por primera vez en 2026, en un circuito urbano por las calles de la capital española. Aunque ahora surgió una importante complicación para que eso suceda.

Y es que una agrupación vecinal de San Lorenzo, con decenas de personas de los distritos de Hortaleza y Barajas y miembros de organizaciones ecológicas, decidió lanzar una plataforma con el título de ‘Stop Fórmula 1 Madrid‘.

En enero del 2024 se confirmó que Madrid entrará en el calendario con un circuito callejero a partir del 2026.

El objetivo es claro: evitar que se lleve a cabo la carrera en las calles de Madrid, un evento al que tildaron de “disparatado y especulativo”, y que “solo generará problemas” a los habitantes de las zonas por donde pasarán los monoplazas. Aseguran que provocará “fortísima contaminación acústica y atmosférica” y acusaron que generará “ruidos, tala y despilfarro de fondos públicos”.

La asociación también convocó a una marcha en IFEMA, pactada para el próximo 7 de junio, día en el cual se llevará a cabo al presentación oficial del Gran Premio de Madrid y del trazado que se utilizará para desarrollar el circuito, que se entiende que recorrerá los recintos feriales y parte de la zona urbana.

El circuito tentativo para el Gran Premio de Madrid 2026. La presentación será el próximo 7 de junio.

Las quejas del grupo vecinal

Los vecinos que promulgan la plataforma Stop Fórmula 1 Madrid señalan que deberán vivir con obras de forma constante durante cinco meses a lo largo de los próximos diez años, sumado a los problemas que generará montar y desmontar el circuito cada año. “Una verdadera tortura”, declararon.

Además de los ruidos, talas y molestias, destacaron y denunciaron el “despilfarro de fondos públicos” que generarán gastos innecesarios y difíciles de recuperar por parte del gobierno regional. Pusieron como ejemplo lo sucedido en Valencia, donde la Fórmula 1 “dejó una deuda de 300 millones que pagó la ciudadanía“, y temen que los grandes beneficios vayan para unos pocos “mientras que las pérdidas las acabaremos pagando los madrileños“.

Una de las preocupaciones es que suceda lo mismo que en Valencia, donde no se corre desde 2012, quedaron grandes deudas y el circuito fue clausurado y abandonado.

Quedará ver hasta dónde evoluciona esta plataforma que va en contra del nuevo Gran Premio de Madrid, pero seguramente sus preocupaciones serán abordadas por el gobierno local, buscando la solución óptima tanto para los vecinos como para llevar a cabo este macroevento, el cual fue acordado para ser celebrado anualmente por la próxima década.