El tenis femenino tiene una reina absoluta: Aryna Sabalenka. Como sucede con todo aquel que se destaque tiene fanáticos y detractores, sobre todo en la era de las redes sociales donde el anonimato permite superar ciertos límites. Los más de 12 mil puntos que tiene en el ranking de la WTA la hace ser la jugadora más dominante de la actualidad, pero a la gloria no llegó por un camino de rosas, sino más bien de espinas. Le costó afianzarse, tuvo que hacer cambios en su juego, sufrió la muerte de su padre en pleno ascenso y la de su pareja mientras competía en lo que sería el año de despegue definitivo.

Aryna Sabalenka pareciera llevarlo todo al extremo y tiene un defecto grande, al menos para el mundo del tenis: sus expresiones la dejan expuesta, tanto para lo bueno como para lo malo. Su contrapunto en el circuito podría ser Iga Swiatek, un perfil de jugadora mucho más frío, con una templanza mayor y más exitosa, al menos en lo que respecta a títulos de Grand Slam. Es difícil notar en la polaca cómo está, ya que mientras juega es robótica.

El tenis no es un deporte lineal, pero sí es verdad que aquellos que marcan una era suelen hacerlo desde jóvenes. Serena Williams, Maria Sharapova, Carlos Alcaraz, Novak Djokovic, Rafael Nadal o Roger Federer -por poner algunos ejemplos- se hicieron notar desde su irrupción en el circuito, lo mismo sucedió con Iga Swiatek, pero a Sabalenka no le pasó eso. Profesional desde 2015, ganó su primer título en 2018, tuvo un buen 2019, un gran 2020, se apagó un poco en 2021, no ganó títulos en 2022 y para 2023 -a sus 25 años fue cuando explotó y obtuvo su primera gran corona: el Abierto de Australia. Ya en 2024 se estableció como la mejor y en 2025 pudo sostenerlo, aunque con menos consistencia.

Sabalenka cayó en semifinales de Wimbledon ante Anisimova. (Foto: Getty).

Una vida dura

Aryna Sabalenka sufrió golpes duros en su vida, pero sin dudas que lo más fuertes fueron cuando perdió a su padre en el año 2019, en una etapa importante de su carrera y también cuando su pareja falleció en Miami en 2024 mientras ella disputaba el WTA 1000 de dicha ciudad. Así y todo, la bielorrusa logró salir adelante y competir de la mejor manera.

Sabalenka y sus declaraciones desafortunadas

Salvando las distancias, Sabalenka también la pasó mal por algunas declaraciones que hizo. Una de ella fue cuando comparó al tenis masculino con el femenino y le restó valor a este último, también se metió en cuestiones políticas y eso no cayó del todo bien, pero sin dudas una de las que más polémicas le trajo fue tras la final de Roland Garros que perdió contra Coco Gauff y allí le quitó mérito a la estadounidense: afirmó que el partido lo perdió ella con sus errores y que, si en la final se enfrentaba a Swiatek no tenía chances de ganar.

Bailes para Tik Tok, ¿reales o impostados?

No caben dudas que Aryna Sabalenka es una gran tenista. Golpes potentes, buen recorrido de la cancha, ganadora nata y una número 1 del mundo que dejará su huella. Ahora bien, muchas veces pareciera que le da más relevancia a lo de afuera, a lo que dice la prensa, a cómo se muestra, a sus bailes en Tik Tok y en muchas oportunidades da la impresión que es algo impostado. Sin ir más lejos, luego de faltarle el respeto a Coco Gauff tras la final en Roland Garros, se las vio bailando juntas para subir contenido a redes. ¿Natural? Parece que no. Por otro lado, baila en las escaleras de Roland Garros y Djokovic le responde de la misma manera, pero cuando perdió la final -cometiendo una cantidad de errores no forzados impresionante- los bailes ya no aparecen.

Sabalenka y Gauff y un baile para las redes sociales. (Foto: Getty).

La peor cara de Sabalenka

Además de ser una gran tenista, Aryna Sabalenka es un ser humano y por lo tanto tiene aciertos y errores. En un mundo tan expuesto como el del tenis, la bielorrusa de 28 años tiene mucho que ajustar, sobre todo en los momentos de frustración. Su peor cara, sin dudas, es cuando -medio en serio y medio en chiste- ataca a su equipo de trabajo. Así sucedió luego de perder la final del Abierto de Australia 2025 ante Madison Keys. También cuando destruyó su raqueta al perder la final del US Open 2023 frente a Coco Gauff, lo hizo en el ingreso al vestuario. Es una chica joven, en un mundo sumamente competitivo, pero muchas de sus reacciones parecieran no ser la de una número 1 del mundo.