Mariano Sinito pasó a la historia de la televisión argentina en el momento en que conoció a Diego Maradona en el programa Agrandadytos con tan solo nueve años. Desde entonces, las cosas han cambiado un poco. Hoy está en Las Vegas, a punto de cumplir uno de sus más grandes sueños: cubrir un Super Bowl, la gran final del fútbol americano, en su rol como periodista deportivo.
“Ese encuentro me lo voy a llevar hasta el día que me vaya de este plano. Muchos dicen que conocieron a Maradona porque le dieron un abrazo al entrar a un hotel o porque él les firmó una camiseta, algo recontra valedero, pero yo tuve la oportunidad de conocer al Diego de verdad, no al Diego que te pintaban las cámaras de televisión”, aseguró a Bolavip, con el recuerdo fresco en la memoria.
Sin embargo, trató de evitar malinterpretaciones: “Ojo, yo no quiero decir: ‘Ah, yo conocí el Maradona de verdad y ustedes conocieron a un Maradona falso’. No, nada de eso. Diego era el conjunto de las cosas. Me gusta mucho la definición de Cherquis Bialo sobre Diego: hay mil Maradonas. A mí me tocó un Maradona muy genuino, muy personal, y creo que eso sin duda es lo más positivo porque pude cumplir un sueño. Me llevé una imagen muy completa, muy de intimidad. Yo estuve muy poco en la vida de Diego, casi un porcentaje ínfimo, y cambió mi vida para siempre… No tenemos dimensión de lo que se debe haber sentido ser Maradona todo el tiempo”.
Aquel célebre encuentro en 2005 con Dady Brieva como anfitrión no fue la última vez que Mariano tuvo contacto con Diego, ya que ese niño cumplió más sueños en el camino cuando Maradona lo invitó a participar de su show, La Noche del 10. “Estuve en el backstage del programa. Diego estaba bárbaro en aquel momento. Física, mental y emocionalmente estaba bárbaro”, expresó con nostalgia.
Quizás ahora no seamos conscientes, pero por aquel programa de Diego pasaron casi todas las estrellas que nutrieron nuestra cultura. Fútbol, música, todo. De aquel show pudo formar parte Mariano. “Con Messi no pude hacer entrevista porque así como había entrado se fue, pero lo vi. A Ciro (Martínez) también lo pude entrevistar. También charlé en cámara con Francescoli, Goycochea… a un montón de personas con nueve años”.
Uno de los fragmentos más impresionantes de La Noche del 10 fue el partido de fútbol tenis que protagonizaron Diego Maradona, Leo Messi, Carlitos Tevez y Enzo Francescoli (qué nombres, eh). “La pelota con la que se jugó ese partido me la regaló Dady Brieva después el programa”, contó Sinito sobre aquella noche inolvidable para muchos. Sin embargo, la historia tuvo un final inesperado. “Me la robaron cuando vinieron a hacer una obra a casa, sin saber qué era esa pelota seguramente, o qué significaba”, reveló.
A esa edad, Mariano también llegó a participar del especial que hizo Fútbol de Primera a 20 años de su creación. “Hicimos una cobertura y la disfruté un montón. Newell’s venía de salir campeón el año anterior, en 2004, entonces era lindo estar ahí. Lo que sí, no pude entrevistar a Macaya Márquez, que es un gran ídolo mío, pero sí a un montón de personalidades del fútbol. Me acuerdo que no me dejaron hacerle preguntas el Bambino Veira porque estaba todo el lío judicial, pero yo quería hacerle una entrevista porque había sido el técnico de Newell’s. Me decían: ‘Mariano no, pará, pará, pará’.Yo no sabía nada sobre el tema, tenía nueve años. Me enteré de grande”.
El tiempo pasó y lo que fue un encuentro inolvidable para él se fue transformando en una pesadilla en su vida diaria por los comentarios que padeció. “Yo cargo una culpa muy grande hasta el día de hoy. Está bien, era chico, uno tampoco puede juzgarse a sí mismo tanto, pero cuando pasó cierta cantidad de tiempo y recibí tantos comentarios como ‘mirá como lloraste por ese falopero’, porque ellos eran todos unos santos y no podés cometer un error en tu vida… Diego no puede haberse drogado porque ellos son perfectos, ¿viste? Sí, pasé un poco por eso. En el primario fui a un colegio católico y sufrí un poco de molestias por parte de gente adulta que no me dejaba participar de las horas de catequesis. A veces me mandaban al frente indirectamente en los actos de la escuela diciendo que yo hacía herejía por idolatrar a Maradona“.
Sin embargo, desde hace varios años decidió dejar la peor parte de la historia en el olvido. “Ahora trato de no hacer mucho foco en eso ahora, porque ya lo hice en el pasado ytambién me trajo más amargura que descargo cuando hablo al respecto. La parte fea ya pasó. Yo soy un loco grande, tengo 27 años y ya no creo que sea necesario seguir rememorándola, porque lo único que hago es entrar a través de ese círculo vicioso. Ya no vale la pena”.
Casi 20 años después, el presente lo encuentra a Sinito en Estados Unidos a punto de cubrir la final de la NFL entre Kansas City Chiefs y San Francisco 49ers en su rol como periodista deportivo. Hay una conexión y Mariano la reconoce.
– ¿Qué similitudes encontras entre aquel Mariano de 9 años con el actual desde lo profesional?
– La gran mayoría de la gente me dice que hablo igual hasta el día de hoy, los mismos gestos de la cara a la hora de hablar. Lo que se sostiene es el hecho de que por ahí hablo demasiado, hablo un montón. Mi viejo siempre dice que ‘a Mariano le tapas la boca y escribe’. Creo que es eso lo que se mantiene propiamente. Después crecí y cambié un montón de cosas. Tenía nueve años en ese momento.
– Yo soy un tipo muy apasionado de lo que me gusta. No soy una persona que le gustan muchas cosas específicas y tengo mis cosas específicas que me gustan, que me apasionan. Son mi motor. Diego es una de esas cosas. Es una de mis pasiones. Los deportes en general lo son, pero Diego tiene un capítulo especial en ese sentido. Entonces ya desde chico tengo esta particularidad personal de ponerme nerd sobre las cosas que me apasionan o saber hasta el más mínimo detalle de todo. Hago una misión de eso porque tengo un problema con la gente a la que no le apasiona lo que le gusta. Soy un ferviente creyente de ir al 100%. Hay que ser poquito fundamentalista para ser periodista también.
– ¿Encontras un hilo conductor desde aquel encuentro con Diego hasta dónde estás hoy parado, próximo a cubrir un Super Bowl?
– Sí, de hecho sí. Todas las cosas que me apasionaron a mí en algún momento o todas las cosas que perseguí están un poquito atadas. Por ahí no de manera tan estrecha, pero alguna relación tienen. Quizás con el tema del fútbol americano es por la misma cuestión que me movilizaba Maradona. Desde chico, amar algo con tanta pasión te empuja un poquito hacia buscar cumplir esos sueños. Yo no esperaba conocerlo a Maradona, honestamente, pero donde iba hablaba sobre él. Y con el fútbol americano me pasa algo muy similar. Yo a los cinco años relataba mis propios partidos del Madden. Yo prendía la PlayStation, jugaba al Madden y relataba mis propios partidos. Es algo muy específico que te guste el fútbol americano en Argentina. Es un deporte que está en crecimiento, es un deporte que se está jugando en algunas partes de la Argentina; está creciendo mucho la competitividad. Va a ser deporte olímpico y Argentina tendría que lanzarse a participar en el flag football porque tenemos muy buenos jugadores.
– Pasé de relatar mis propios partidos a los cinco años a crecer siendo el único que miraba fútbol americano en cualquiera de mis círculos sociales. Yo era el único que miraba fútbol americano porque mi viejo era muy fanático desde joven. Los Sinito somos de Newell’s y de los Green Bay Packers, heredado por mi viejo. Así como lo tengo yo, también lo tiene mi hermano menor y así lo tendrán mis hijos.
– El hilo conductor que le encuentro es el de una pasión de chico que eventualmente uno puede hacer algo al respecto en su vida. No fue fácil, honestamente, porque no estuve relacionado con el tema de los medios y mi carrera cubriendo el fútbol americano hasta después de la pandemia. Allá por 2021 empiezo a trabajar relatando partidos de la NFL para Game Pass y más adelante ya con Mundo NFL y Trendzone, pero sí se tomó su tiempo en llegar esta cuestión de encontrarle la vuelta de hablar de lo que me apasiona y terminó llegando. Todo empieza desde chico, entonces sí, podría decir que hay un hilo conductor, porque así como de chico me tocó vivir lo de Diego, mi otra pasión que era el fútbol americano empezó ahí, bien de chico y sigue siendo el sueño un chico hasta el día de hoy.
Creer o reventar: Diego sí fue fanático de la NFL. Así lo cuenta el Mariano de hoy, uniendo dos de sus mayores aficiones en un mismo relato.
– El Diego consumía todos los deportes estadounidenses. Una de las cosas que más me duele de que se haya ido es que no haya tenido la oportunidad de volver a ir a Estados Unidos (fue vetado tras el Mundial de 1994) porque le encantaba la NBA también. No hay cosa que más me hubiera gustado que imaginarme al Diego en primera fila en las finales de la NBA. Él era fanático de Jordan, de LeBron, de Kevin Durant, de Steph Curry. El Diego consumía mucho deporte estadounidense. Por eso cuando la gente dice ‘eh, el pibito este que conoció a Maradona, qué cipayo que te gusten los deportes de USA’. Yo le digo: ‘Maestro, al que más le gustaban esos deportes era al Diego, eh’. Él sabía un montón”.
“Me encanta. Me gustan las jugadas, estrategia pura. Les puedo chorear alguna”, confesó Diego Maradona allá por 2009 cuando era DT de la Selección Argentina. Al igual que Mariano, Pelusa también lamentó la polémica prohibición que le impuso Estados Unidos para pisar sus tierras. “Quiero ver uno de fútbol americano, estar ahí, porque los lunes no me pierdo un partido”, dijo en esa entrevista con Olé. Y tenía sus referentes: “Me gusta Brett Favre, el que se fue de Nueva York, pero yo quiero ser como Peyton Manning”. Una conexión que, en esta historia, tiene a Sinito como una tercera pata.
– ¿Cuál fue tu puerta de entrada para hablar sobre fútbol americano en castellano para los medios?
– Siempre te cruzás con personas que miran fútbol americano, pero de hablarlo a profundidad, al nivel que me gusta hablarlo al tema, como diciendo ‘che loco, Mascherano tendría que poner línea de cuatro’, fue en No Huddle. Es un grupo maravilloso de personas maravillosas. Agus Espósito, con quien voy a compartir habitación en Las Vegas, creador e impulsor, Fernando Apa, Christian Torres, que aparte de ser un fenómeno de persona, es un miembro importante en la comunidad del fútbol americano en Argentina y que tiene razón cuando dice que para hacer crecer el deporte tenemos que darle bola a las ligas internas de la Argentina. Yo creo que eso es algo que está en el debe. Nosotros en No Huddle lo hacemos, pero creo que está en el debe en general.
– Es un tema del que hablás muy seguido.
– Sí, es una de mis pasiones. Yo siempre digo que mi evento favorito de la NFL es el draft, no el Super Bowl. Durante el año tenés que ver fútbol americano universitario para saber sobre el tema. A grandes rasgos todos los pibes de No Huddle fueron mi posibilidad para poder hablar a profundidad sobre este tema y a través de ahí es que conozco a la gente de Mundo NFL. No es fácil para el argentino participar de contenido de fútbol americano a nivel Latinoamérica y habla hispana en general, porque hay un concepto muy feo de que el argentino solo tiene que hablar de fútbol y eso es curioso cuando una de las mentes para mí más brillantes con el tema del fútbol americano es Sebastián Martínez Christensen y es argentino. Hay mucha xenofobia, mucha ignorancia que estamos tratando de romper eso en Mundo NFL. Una de nuestras metas es romper un poco con esas barreras de que no hay que ser de cierta nacionalidad para hablar de fútbol americano. No es así. Martín del Palacio es mexicano y sabe casi como nadie sobre fútbol americano. El Roly Cantú jugó en la NFL… No es para menos. Iker Sagasti es español y sabe una locura de fútbol americano. Entonces no tiene que haber barreras para eso y creo que lo importante de Mundo NFL en ese sentido es que estamos tratando de pluralizar las voces. En el fútbol americano no hay una nacionalidad sola que pueda hablar. Todos amamos el deporte y hay que unirse abajo de ese deporte.
– ¿Por qué crees que el público general todavía no se llegó a enganchar del todo acá en Argentina? Como pasa con la NBA, por ejemplo.
– Creo que la NBA es distinto porque el básquet se juega en los barrios. Eso cambia un poco las cosas. Voy a hacer un paralelismo con la Generación Dorada de básquet. Para mí, la conquista en Atenas 2004 es el logro deportivo argentino más impresionante de la historia. No el más importante, sino el más impresionante de la historia. Aquel logro le dio nacimiento a una generación de chicos y chicas, no solamente fanáticos del básquet, sino que fueron a jugarlo inspirados por la Generación Dorada y se explotó eso. No hay un pibe o piba de mi edad, 27, 28 años, que no mire hacia atrás y diga ‘sí, yo me acuerdo de la Generación Dorada’. Con el fútbol americano tuvimos un gran evento en Argentina al respecto, que fue el Super Bowl ganado por los Tampa Bay Buccaneers en el que el argentino Martín Gramática, pateador del equipo, se corona como campeón. Lamentablemente la infraestructura del fútbol americano en Argentina en ese momento no era lo que es hoy como para poder explotarlo. No había tantas ligas, no había tanta gente que jugara. Al mismo tiempo, lamentablemente había mucho de recelo de cuidar este deporte como si fuera solamente nuestro y que no le guste a nadie más. Yo siempre lo comparo con la muerte del heavy metal. Bah, no la muerte porque está vivo, pero siempre digo lo mismo: el público del heavy metal es tan celoso y tan elitista que a uno no le puede gustar solamente superficialmente. Bueno, con el fútbol americano yo creo que en Argentina sucedió durante mucho tiempo lo mismo, entonces mucho público nuevo fue ahuyentado también de esa manera. Esto es una creencia personal y hoy quizás estoy equivocado.
– Hay que rescatar que en líneas generales el fútbol americano es de las exportaciones culturales estadounidenses la que nunca realmente la ‘pegó’ en otro lado a grandes rasgos. En Asia, Centroamérica y hasta en Sudamérica se juega muy buen béisbol; sin ir más lejos, el campeón del mundo es Japón. El básquet se juega a nivel mundial, culturalmente consumimos sus películas, sus series, su música… El fútbol americano siempre se quedó corto en ese sentido y creo que es porque no existe una necesidad por este deporte a nivel mundial. Es algo tan estadounidense que cuesta entenderlo y esa es la barrera más grande hasta el día de hoy. El fútbol americano es, en esencia, un ejercicio militar si te pones a pensar: una ofensiva, una defensiva, cierto territorio que se tiene que cubrir y cada territorio se anota como una victoria o una derrota. Si perdiste tres yardas, se anota en la estadística. Si ganás 10 yardas, también figura en la planilla. No hay nada más estadounidense que un ejercicio militar. Entonces, culturalmente, durante mucho tiempo no hubo espacio para el fútbol americano. Hoy creo que sí, ya estamos en un punto en el que hay demasiada accesibilidad para aprender cosas nuevas y el fútbol americano es una cosa tan bella que de a poquito empieza a generar interés.
– ¿Cómo analizás el impacto del caso Taylor Swift en la NFL?
– Todo este público nuevo que entra para ver qué está haciendo en el palco Taylor Swift va a ver sí o sí al menos uno o dos pases absolutamente increíbles de parte de Patrick Mahomes. Entonces, de a poquito, eso va a generar nuevos públicos y yo lo considero una victoria total. En blogs de Taylor Swift leí comentarios de chicas de 14/15 años preguntando quién es Isiah Pacheco (RB de los Chiefs) y por qué no le dan más seguido la pelota o pidiendo que no le pasen la pelota a Mecole Hardman (WR de los Chiefs). Por ahí en el debate se metía algún que otro fanático de la NFL y le preguntaban qué es una defensiva 4-3 o qué tipo de infracción están cobrando. Eso es espectacular. Desde el punto de vista más filosófico, más del deporte, es espectacular. Es acercar gente a algo tan puro como lo es el deporte.
– Lamentablemente, con el avance también de la tecnología se ha perdido mucho de eso acá. Yo creo que hay generaciones enteras de chicos y chicas a los que el deporte no le interesa. Si se necesita de Taylor Swift para acercar ojos nuevos de los chicos y chicas y que quieran salir a hacer deporte o que se quieran sentar un domingo a alentar un equipo, a sentir pasión por algo, eso es espectacular para mí. Te repito, una persona sola que se siente a ver un domingo un equipo y que hinche porque ese equipo gane, aunque recién lo esté empezando a ver y que no entienda las reglas del deporte, eso para mí ya es una victoria.
– ¿Cómo te preparaste para este Super Bowl?
– Desde el lado de información yo no me estoy poniendo a estudiar como si fuera un examen porque es algo con lo que convivo día a día. No me estoy volviendo loco desde ese punto de vista. Desde lo personal, tengo que entender que voy a estar en el lugar donde a mucha gente le encantaría estar y por eso tengo que ser un agradecido, mantener mi nivel de humildad y de autoconciencia. Es muy fácil para uno ver atrás y decir ‘mira a dónde llegaste Mariano, sos un fenómeno’. Es muy fácil perderse en eso. Hay mucha gente que ama el deporte tanto como yo o más y no está acá. Entonces, en ese sentido tengo que ser un agradecido y creo que eso es lo que más tarea me está llevando, el tema de vivir el día a día tranquilo, disfrutar todo y no dejar que el momento me pase por encima. Si, voy a ir Super Bowl y voy a cumplir un sueño muy grande, algo increíble que no me voy a olvidar en mi vida, pero quiero ir un pasito a la vez porque no es que me estoy comiendo el mundo.
– Antes del comienzo de los play-offs, ¿creías que se iba a dar esta final entre los Chiefs y los 49ers?
– Mi pronóstico para el Super Bowl era los San Francisco 49ers contra los Baltimore Ravens. Lamentablemente, a Lamar Jackson le ha costado dar el paso extra. Le costó ese momento en donde tiene que dar el paso de grandeza de un mariscal de campo. Tiene todo el talento del mundo y es el MVP de esta temporada, pero quedó en el camino. Así que, aunque lo demos por muerto mil veces, en los play-offs no se puede ir en contra de Pat Mahomes y llegaron los Chiefs. Nos guste o no, es el mejor jugador vivo. Del lado de San Francisco, la expectativa es salir campeón. Yo creo que no ganar este Super Bowl ya es directamente un fracaso para el coach Kyle Shanahan y el GM John Lynch. Sería un fracaso por donde se lo mire porque, desde la perspectiva de talento, es el equipo más rico de la NFL por lejos. Haciendo un balance general del partido que se viene, siempre hay que recordar la frase ‘en un domingo cualquiera, cualquiera le puede ganar a cualquiera”. Lo hemos visto en estos play-offs. Yo creo que San Francisco ha quedado expuesto en algunas cuestiones, más que nada desde el punto de vista del coach Shanahan. Ese hombre tiene alergia a cerrar partidos, lo vimos cuando era coordinador ofensivo de Washington y también cuando trabajaba en los Falcons; el famoso 28 a 3 que Tom Brady da vuelta es en gran parte culpa de Kyle Shanahan por no poder cerrar el partido desde el llamado de las jugadas ofensivas. Le pasó también en el Super Bowl que perdió contra los Chiefs con San Francisco, un partido que tenía controlado y que no pudo cerrar. Si el partido se da de tal forma como se le dio contra mis Green Bay Packers, de estar una o dos posesiones abajo y tener que escalar para darlo vuelta, San Francisco no está construido para hacerlo contra estos Chiefs. Contra los Packers lo hizo porque Green Bay era el equipo más joven de la liga y no se suponía que lleguen hasta donde llegaron.
– Kansas City es otro monstruo. Para mí, los Chiefs tienen la mejor defensa de la NFL, anclada por el coordinador defensivo Steve Spagnuolo, que es un genio. Y del otro lado está Patrick Mahomes. No hay mejor jugador para tener una ventaja que Patrick Mahomes. Entonces, si los Chiefs se ponen dos posesiones arriba y llevan ese liderazgo a la segunda mitad, veo muy difícil que San Francisco lo de vuelta. Caso contrario, si San Francisco se pone arriba por dos posesiones y empieza a alimentar a Christian McCaffrey, se terminó el partido ahí. Hacer un pronóstico es muy difícil en los Super Bowls y, por lo general, todos le erramos. El pálpito que tengo hoy es Kansas City por tres.