A lo largo de su rica historia, el Club Atlético River Plate ha disfrutado de entrenadores muy destacados que marcaron un antes y un después. Marcelo Gallardo, Ramón Ángel Díaz, Ángel Labruna, Héctor Veira y José María Minella son solamente algunos de ellos. Sin embargo, no a todos les fue de la mejor manera en el Millonario.
Paralelamente, los del barrio porteño de Núñez han contado con estrategas que no funcionaron del todo. Algunos de ellos prometían mucho y fracasaron por diversos motivos, mientras que otros tantos no pudieron cumplir con las expectativas generadas de antemano, en algunas ocasiones por no tener material suficiente a disposición.
En ese contexto, le preguntamos a la Inteligencia Artificial por aquellos cinco peores entrenadores de River en toda su historia. Y “Copilot” fue realmente contundente con el listado, especificando los motivos de cada designación. Bajo esa órbita, quien apareció en el primer puesto fue Néstor Gorosito, quien estuvo en el club allá por 2009.
1- Néstor Gorosito
“Aunque fue un gran jugador de River, su ciclo como entrenador en 2009 fue un desastre. El equipo quedó eliminado en la fase de grupos de la Copa Libertadores y tuvo una pobre campaña en el torneo local. Gorosito finalmente renunció debido a las duras críticas”.
2- Ángel Cappa
“Llegó en 2010 para enderezar al equipo tras la salida de Astrada. Sin embargo, no logró una sola victoria en siete partidos y fue despedido antes de un Superclásico”.
3- Juan José López
“Aunque tuvo un buen comienzo ganando un clásico contra Boca, su pésima campaña en el Clausura 2011 llevó al equipo a la Promoción y al triste descenso. J.J. López siempre cargará con la cruz de haber sido el director técnico en ese momento crucial”.
4- Carlos Babington
“En 1995, River hizo una apuesta al contratar a Babington, quien no era del riñón del club. Su ciclo estuvo marcado por derrotas en el torneo local y la eliminación en la Copa Libertadores 1995. Además, su sucesor, Ramón Díaz, contrastó fuertemente con él”.
5- Luis Cubilla
“Aunque fue exitoso como jugador y entrenador en otros lugares, su paso por River en 1984 no fue igual de afortunado. Su estilo combativo no encajó, se peleó con Francescoli y tuvo que renunciar debido a los malos resultados”.