Martín Payero viene de marcar uno de los goles de Boca en el agónico empate del último domingo visitando a Rosario Central. El futbolista llegó al club a préstamo, procedente del Midlesbrough inglés, y podría marcharse en junio si no se negocia la prolongación de ese vínculo o se paga por él un total de seis millones de dólares por la opción de compra.

Así las cosas, el futbolista tiene dos meses para convencer al Consejo de Fútbol de que sería una buena opción desembolsar una suma de dinero que, a juzgar por su aporte hasta la fecha, parece descabellada. Tal vez por sentimiento, tal vez como estrategia, empezó por tratar de ganarse a otro elemento determinante: los hinchas.

"Se vive muy intensamente y si lo vivís a esa altura lo disfrutás. Muchas veces hay cosas que te exceden y otras no, pero trato de disfrutar, es un club gigante por donde lo veas. Vas a la cancha y ves que está llena, vas perdiendo y cantan el doble, es algo magnífico, nunca lo viví y es algo hermoso", le contó a Sebastián Luzuriaga.

Esas no fueron las únicas palabras con las que Martín Payero buscó terminar de ganarse la aceptación del público Xeneize, porque remarcó que es real la influencia del llamado jugador número 12. "Te aporta un plus y es todos los fines de semana, no solo en La Bombonera, sino a donde vayas, en cualquier provincia, siempre va a estar lleno y te van a alentar, Estar ahí y vivirlo es diferente. No tenés dimensión".

Por el momento, Martín Payero está más cerca de dejar Boca en junio que de quedarse, debido a que el Boro no aceptaría negociar un nuevo préstamo y nadie en el club quiere pagar por él seis millones de dólares justo cuando los hinchas reclaman hacer el gasto en nuevos refuerzos de categoría.