El entrevistado de esta semana en Clank!, el podcast de Juan Pablo Varsky, fue Wanchope Ábila, quien en una distendida charla repasó lo mejor de su carrera, su paso por Boca Juniors, la MLS y cómo ha cambiado su vida desde que inició terapia.

Las críticas al físico de Wanchope

Por su contextura física, el delantero siempre ha sido señalado por su peso y en este sentido recordó algo que le pasó durante su etapa en Colón de Santa Fe, cuando no podía adaptarse.

“Jugaba y organizaba los días para irme a Córdoba a ver a mis hijas y a mis amigos, a disfrutar de mi tiempo. Porque lo canalizaba por ese lado, era mi escape. Lo hablaba, pero me reflejaba en el cuerpo porque la ansiedad me hacía aumentar de peso y no estar bien físicamente y así daba ventaja“, recordó.

En ese sentido, habló sobre sus charlas con Lucas Pratto en referencia a las críticas que podían recibir de la prensa o de los hinchas: “No tenemos un cuerpo estilizado a lo que se espera de un jugador de fútbol porque nuestra espalda es mucho mas ancha, nuestro cuerpo es una parte ósea que da a la gordura y al margen de que haya momentos que no estemos en buena condición física, somos propensos a eso. Entonces era como que ‘Bueno, decí lo que quieras’. A mí esa bala no me entra“.

Cuando me gritan gordo en la calle les contesto ‘sí, el bolsillo’, porque me nace eso. ¿Vos me querés hacer daño? yo te hago peor”, comentó.

El descenso con Colón de Santa Fe

Descender es como pegarle a tu mamá, no hay otra cosa peor. No hay vuelta atrás. Siempre desde lo deportivo”, sostuvo Wanchope, quien remarcó que es incomparable con cualquier otra frustración.

“No es para cualquiera”, insistió. “Ocurre en todos lados lo del descenso, pero acá, en Argentina, se vive de una manera especial porque sienten que es el fin de una institución o el fin de cierta gente y futbolísticamente a la hora de pelear un contrato no tenes fuerza”, sostuvo.

En este sentido, se metió de lleno en el debate: “Descender es peor que perder una final, si ahí llegan los mejores, los otros ni siquiera clasificaron y lo ven por tele. Es mentira que es peor perder una final, no podés salir a la calle cuando descendés“.

El paso de Wanchope Ábila por la MLS

En 2021, tras irse de Boca Juniors, el goleador viajó a los Estados Unidos para jugar en Minessota United, primero, y luego en DC United. Pero en 22 partidos apenas hizo cinco goles entre ambas experiencias y pronto volvió a la Argentina.

“No le encontré la dinámica al fútbol de allá, no eran tan profesional o exigente como acá. Si hubiese ido con terapia, hubiese hecho la plancha, si total cobrás del 15 al 30, no tenés problemas. Si no te ponen, no pasa nada si perdés 4 a 0 tampoco, no podía soportarlo que no sea con exigencia”, reveló sobre su experiencia en la MLS.

Además, explicó que la soledad le jugó una mala pasada: “Estaba solo y a la larga no está bueno. Más cuando estás en otro país, otro idioma, otra gente y otras costumbres“.

Wanchope ahora hace terapia

El delantero de Barracas Central contó que después de descender con Colón decidió empezar terapia porque se sentía agobiado. Por primera vez, no disfrutaba del día a adía del fútbol y entonces optó por pedir ayuda.

Le mandé un mensaje (a su actual terapeuta) y le dije, ‘Hola Mike, me pasó tu mensaje un compañero, te la voy a hacer corta, o me atendés o me tiro por el balcón’. Me llamó y arranqué ahí, 40 minutos por llamada”, reveló.

Ahora, su vida ha cambiado drásticamente: “Empecé a entender muchas cosas de mi infancia, mis costumbres, mis padres, hermanos y uno, al no tener condiciones de vida salvadas de niño, cuando uno llega a ser profesional, tenes que sostener un colectivo grande de gente. Y eso es una carga”.

El mundo Boca y la final de Madrid contra River

Wanchope Ábila contra River en la final de la Copa Libertadores 2018.

Wanchope Ábila contra River en la final de la Copa Libertadores 2018.

“Yo no sufría el Mundo Boca, lo disfrutaba”, aseveró Wanchope al recordar su paso por el Xeneize entre 2018 y 2020. “Me encontré con un mundo que no imaginaba, muy similar a Cruzeiro, pero 24 horas. Es Gran Hermano, no podés ni ir al chino. Me encantó, lo disfruté hasta en la derrota”.

Pero, reconoció que no todos los jugadores lo asimilaron como él: “Vi compañeros abrumados que digan ‘me quiero ir de Boca‘. Lo sufrían por sus familias y las críticas”.

Con respecto a su vida privada durante su estancia en el Xeneize, contó que nunca se privó de nada, aunque siempre fue respetuoso con el sentimiento de los fanáticos: “Uno trata de no hacer cosas porque tenés esa amargura que no vas a ir a bailar y el hincha queda dolido igual que nosotros. Hay que ser y parecer, pero disfrutando”.

Con respecto a las críticas, señaló que sólo le molestaban aquellas malintencionadas que partían desde una mentira: “Lo que más me molestó que dijeran fue, ¿cómo se llama este de River?, Hernán Castillo que dijo que me lesioné por jugar en la cárcel con Carlitos (Tevez). Como si entrara a la cárcel fuera como ir a la plaza. Tuvo que salir el director de la cárcel a desmentirlo”.

Obviamente, Wanchope Ábila fue consultado sobre la final ante River de la Copa Libertadores 2018 en la que jugó ambos partidos e hizo un gol, en La Bombonera. Consultado sobre por qué no fueron campeones, analizó: “Nos faltó suerte en algunos tramos del partido y otra porque no supimos administrar la ventaja. No la supimos cuidar. Jugamos contra un River de los mejores y sabíamos que era un golpe por golpe”.

Al repasar el empate del Millonario en el primer partido a través de Lucas Pratto tras un saque del medio, comentó: “Poder, podían hacernos ese gol, pero no debían. Yo tenía la costumbre de decirles a los muchachos que iba a hacer un gol y que me iba a demorar en el festejo, me iba a tirar, iba a pasar el tiempo, que la gente se ponga como loca y vamos a ir ganando. Sabíamos que River atacaba sacando del medio, habiendo hecho el gol nosotros o no. Lo sabíamos, pero pasan cosas en el medio. Es impredecible”.

En la revancha, el partido en el Monumental se suspendió antes del inicio porque el micro que trasladaba al plantel de Boca fue atacado por un grupo de hinchas con piedras y botellas.

“Falló todo, raro igual. No la veíamos venir. En el ascenso es normal, no pasa nada, pero así, ¿tanto?. Encima le pegaron al chofer y el chofer iba con un tipo al lado que le llevó el volante. Porque si el chofer se sube a la vereda y hace un desastre, era una tragedia. ¿A dónde íbamos a jugar?”, recordó.

Tras ese episodio, inició una jornada de varias horas hasta que se anunció la suspensión del encuentro: “Yo quería jugarlo en el Monumental, quería jugar ahí, que pasen 5 o 6 horas. Los organismos no dejaron que se juegue. Del plantel, muchos queríamos jugar y otros estaban en duda porque había algunos golpeados. Uno quiere jugar, pero entiende la posición del otro”.

Los constantes offsides de Wanchope

En 2023, durante su etapa en Colón, logró ser el futbolista con más fueras de juego de la historia del fútbol argentino con un total de 52 offsides en 41 partidos, incluyendo cinco en el desempate ante Gimnasia que decretó el descenso del Sabalero.

Sobre esto, Wanchope culpó a la ansiedad: “Yo le digo a mis compañeros que cuando me perfilo de determinada forma ya me la tiren ahí porque voy a picar ahí y a lo mejor si se demora medio segundo ya me ganó la ansiedad“.