Hoy fue un día de festejos para los amantes de la Selección Argentina. Julián Álvarez, uno de los responsables del campeonato del mundo conquistado en Qatar, volvió a levantar un trofeo, esta vez el de la Premier League, al consagrarse con Manchester City. Incluso, el de Calchín abrió el marcador y el VAR evitó que se marchara a su casa con un doblete. Una tarde redonda para él.

No obstante, en la otra vereda se vio un panorama oscuro. El Chelsea de Enzo Fernández dejó de tener motivos para jugar lo que resta de la temporada, ya que no compite por puestos europeos ni está peleando torneos continentales. Las malas decisiones en Londres llevaron al equipo a este gris presente y una jugada del ex River prácticamente resumió el mal presente de los Blues.

En pleno ataque del Chelsea hacia el campo del City, Enzo avanzó con la pelota a la espera de un desmarque cercano que nunca ocurrió. Luego, cuando levantó la cabeza, ninguno de sus compañeros trazó una diagonal o picó al vacío en el carril contrario. Esto generó la bronca del mediocampista de los 120 millones de euros y sus gestos fueron alevosos.

Después de descargar en corto, Enzo aprovechó para reclamarle a los jugadores de la banda opuesta que hicieran movimientos de desmarque o aparecieran como opción para seguir avanzando metros. Brazos abiertos, gritos y, por sobre todo, frustración en Fernández durante su primera temporada defendiendo la camiseta del Chelsea.