Pasa el tiempo y el recuerdo de Diego Armando Maradona sigue absolutamente vigente e incluso intacto. Es que el astro argentino no solamente fue uno de los mejores jugadores de fútbol de todos los tiempos sino también una personalidad que trascendió todas las fronteras y todos los ámbitos. Y se lo extraña jornada tras jornada.

Bajo esa órbita, en las últimas horas, Diego Maradona Junior, el hijo que Pelusa tuvo con Cristiana Sinagra durante su estadía en Nápoles, le brindó declaraciones al medio de comunicación italiano Corriere della Sera. Y, en las mismas, reveló que al campeón del mundo con la Selección Argentina en México 1986 le quedó un sueño pendiente.

“Su sueño era ver a sus cinco hijos sentados en la misma mesa”, señaló Diego Maradona Jr., quien, en ningún momento, desistió de su anhelo de ser reconocido por el hombre que supo defender las camisetas de Argentinos Juniors, Boca Juniors, Barcelona, Napoli, Sevilla y Newell’s Old Boys de Rosario a lo largo de su carrera.

“Sí, él era mi padre. Siempre, incluso cuando no lo era, incluso cuando me sentía abandonado, rechazado. Incluso cuando extrañaba todo lo que hacían los demás niños, cuando veía a mis amigos con sus papás, las obras de teatros, los trabajos y yo siempre estaba solo con mi mamá y mi abuelo”, continuó señalando, envuelto en una gran emoción.

Diego Maradona Junior en un homenaje para su padre. (Foto: Getty)

Diego Maradona Junior en un homenaje para su padre. (Foto: Getty)

Luego, allá por el año 2016, Diego lo terminó aceptando. “Cuando me convertí en Diego Armando Maradona tenía siete años, pero mi padre nunca se opuso a nada. Me dijo que, en ese momento, era 1993, hubo circunstancias que no le permitieron hacer lo que quería. No se sentía libre y de hecho no lo era. Me contó que yo era igual a él”, profundizó.

Posteriormente, Diego Maradona Jr. compartió los detalles relacionados con el momento en el que pudo conocer a su padre personalmente. Pero lo cierto es que lo hizo de forma poco habitual, envuelto en mucho coraje y en una enorme necesidad de poder tener contacto con él, no solamente físico sino también sentimental.

“Fue en 2003, en Fiuggi. Estaba en un partido de golf. Tenía 17 años, salí de Nápoles con mi tío, llegué al club, logré entrar saltando la valla por un agujero y desde lejos me hizo una señal para que me acercara. No fue grosero, me dio un número de teléfono pero nadie me respondió”, continuó narrando uno de los hijos de Diego.

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El momento del encuentro

Finalmente terminó dándose ese emotivo encuentro entre Diego Maradona Jr. y su padre: “Me dijo: ‘Sé que eres mi hijo, pero para todos ya no puedes serlo’. Quería ser mi padre, pero un sistema que había creado a su alrededor lo obligó a decir que no. A su manera era muy cariñoso”.