Es imposible hacer un cálculo. En un país futbolero como Argentina, donde muchos sueñan con ser futbolistas, poder conseguirlo parece privilegio de pocos. “Es uno en un millón“, suele decirse para referirse a quien abraza el éxito, por sobre los que quedaron en el camino. En ese universo existen casos testigos peculiares, como el de quien eligió una vía alternativa para llegar al objetivo máximo.

Jaime Barceló es arquero, tiene 24 años y más de 600 mil seguidores en TikTok y otros tantos en Instagram y Youtube, muchos más de los hinchas que han visto su actuación en una cancha y exponencialmente la cantidad que entran en los estadios que ha jugado. En diálogo con BOLAVIP, mientras se entrena en CADU de la Primera Nacional, recordó la singular estrategia que usó hace años para saltar -sin escalas- desde Excursionistas a Finlandia y cómo se transformó en una estrella de las redes sociales.

Jaime Barceló en Keuruun Palo, de Finlandia (Instagram)

Jaime Barceló en Keuruun Palo, de Finlandia (Instagram)

-600 mil seguidores en TikTok, 30 mil en Instagram y YouTube. Más allá de arquero, ¿te considerás un influencer?

El futbolista en sí, sin llegar a mi caso en concreto, en cierto punto es un influencer. Cualquier jugador tiene una plataforma en donde puede dar un ejemplo y mostrar lo que hacen. Aparte siempre tienen gente que todos los fines de semana lo van a ver. Con el ejemplo que dan desde Messi, Cristiano y Di María hasta cualquiera. Todos influencian con sus acciones y lo que hacen como deportista. A mi no me gusta llamarme influencer, pero sí creador de contenido. Siempre dejo claro que siempre soy primero un futbolista, y después creador de contenido para crear una marca personal y para compartir la forma en la que encaro el deporte; se puede dar un buen ejemplo para motivar e inspirar. Me han llegado varios mensajes de apoyo y que bancan lo que hago. Me parecen cosas muy lindas poder lograr este tipo de cosas en la gente.

-¿Cómo se te ocurrió la idea de buscar club mediante el envío de CVs?

-Yo soy una persona muy proactiva. Eso de esperar a que alguien tome las riendas por mi, me volvía loco. No podía estar sin hacer nada cuando podía estar haciendo algo para maximizar las posibilidades de conseguir algo. Un poco, así fue que empecé. Cuando uno habla con un agente o un representante es parecido a lo que hago yo. Paso un compilado con mis jugadas destacadas y también le pasas resumen estadístico y de tu trayectoria. En mi caso, me armé un CV tipo profesional con toda mi experiencia, mis números, mis atajadas. Lo preparé de manera atractiva a la vista, para que se vea mucho más profesional. Mientras lo mandaba a agentes, también empecé a mandarlo a los clubes. A los entrenadores de arqueros, a los DTs, a los presidentes, lo que sea. Era por clubes en toda Europa, hasta que conseguí esta oportunidad en Finlandia, en el Keuruun Palo.

Y estando allá empezaste a mostrar tu carrera en las redes: ¿Cómo surgió la idea de hacerte creador de contenido?

-La idea de generar contenido sobre mi carrera fue un poco por idea de mi novia, que trabaja con estrategia de redes. Ella siempre me impulsó a hacerlo por lo que era mi historia. Estando en un país de afuera, raro, distinto… podía compartir mi día a día allá y ella me decía que esas cosas podían interesarle a la gente. Y por otro lado, hay dos cosas: la gente no suele ver lo que pasa con el futbolista más allá del partido o del fin de semana. El detrás de escena no se conoce. Además, yo siempre seguía a muchos deportistas de afuera que subían contenido sobre sus entrenamientos y su día a día. Siempre me gustó consumirlos y por eso se me ocurrió hacer mi propio contenido.

-¿Cómo se arma un CV de un jugador? Imagino que no es igual a armar un CV convencional…

-Sí, tiene similitudes y cosas distintas. No es lo mismo que un CV de un laburo convencional, donde tal vez importa más tu formación académica, lo que estudiaste, dónde has trabajado. Eso está presente, e incluso algunas aptitudes tuyas que muchas veces se agregan en un CV como idiomas o cursitos que hayas hecho. Acá no son tan relevantes, porque lo que va a ser relevante es tu experiencia previa, que ahí sería la parte de los trabajos anteriores en un CV normal que sería los equipos en donde jugaste; y ahí si podés agregar alguna que otra estadística que también ayuda. Por ejemplo: jugué tantos partidos, tuve tantas fallas invictas, o si sos jugador: tuve tantos goles, asistencias, ese tipo de cosas, estadísticas que te pueden ayudar. La parte de contacto es importante también… Además, una pequeña biografía con lo que sea relevante para un deporte, que es todo el tema físico: la edad, altura, peso, pie, posición en la cancha y la nacionalidad. Eso es importante por tema de visados y esas cosas. Acá en Argentina hay bastante gente que tiene una doble nacionalidad con una europea, eso suman porque allá en Europa no necesitas visa de trabajo. Y por último, alguna referencia si tenés de algún entrenador anterior para que la persona que está viendo tu CV pueda levantar y llamar a alguien para averiguar un poco más.

-¿Y mandabas el video con tus atajadas también?

-Si, en el mismo CV. Lo que hago es poner el vídeo de jugadas destacadas para que la persona que está viendo, si le interesa, puede ver un poco más de mi en un compilado para que entienda más o menos cómo jugás. A fin de cuentas, lo más importante del CV es un pantallazo rápido para que la otra persona que no tiene mucho tiempo de estar viendo jugadores y jugadores pueda saber, viéndolo dos minutos más o menos qué tipo de jugador sos, qué experiencia tenés, a ver si encajás en lo que están buscando para el equipo.

-¿En qué clubes dejabas tu currículum?

-Yo tenía como objetivo en ese momento ir a jugar a Europa y empecé a mandar los CVs por aquellos lados. En el momento que lo comencé a hacer justo era mitad de temporada allá en la mayoría de las ligas, y me di cuenta por las respuestas que tenía que para un arquero, llegar a un equipo a mitad de temporada no es tan simple. Y entonces bueno, empecé a buscar dónde estaba por iniciarse la temporada y vi que el calendario de todos los países nórdicos era distinto. El fútbol en Europa empieza en septiembre más o menos y termina en mayo. Ellos empiezan en abril y terminan en octubre, noviembre. Así que me puse a mandar ahí, a ver qué salía, que todavía se estaban armando y así terminé llegando allá, a Finlandia.

En Finlandia, Barceló estuvo durante tres temporada y logró ascender desde la cuarta a la tercera categoría del país nórdico. Allí, obtuvo la valla menos vencida del torneo y se consolidó como figura. Más allá de lo futbolístico, la adaptación a un país tan distinto a nivel cultural no siempre resulta sencillo. Sin embargo, para el porteño que ahora tiene 24 años, no fue complicado.

-¿Cómo era vivir en Finlandia?

-Tuve la suerte de que en los tres años que estuve allá los pude compartir con gente de culturas parecidas. El primer año éramos dos argentinos y un español; y el segundo año, dos españoles y un argentino. Este último año fuimos cuatro argentinos, entonces te imaginás que hace todo más fácil. Vivíamos juntos y además de eso, pegamos muy buena onda todos, hacíamos todos juntos y cuando teníamos un día libre, nos íbamos a una ciudad cerca a hacer algún plan juntos. Es como que un poco nos hicimos nuestra burbujita y compartíamos todo. Eso hizo que sea mucho más fácil para no estar solo, de poder estar acompañado y no tener tampoco que adentrarte tan de fuerte a una cultura ajena. Igual, obvio que te adentrás. Pero cuando hacíamos algo con los chicos fineses o alguna comida, alguna juntada, o alguna actividad fuera del club, también íbamos como grupo de argentinos, así que lo vivíamos de otra manera y como si fuese algo nuestro.

-¿Se podía vivir bien jugando en la tercera división de Finlandia?

-Sí. Cuando estás allá se puede vivir bien. Te dan muchas facilidades en todo lo que necesitas para vivir. Entonces, además del sueldo, te cubren lo que es la comida, la casa, los aéreos y todo en general. Todas esas cosas hacen que puedas vivir y después con el sueldo podés ahorrar o hacer lo que quieras. En ese sentido se vive tranquilo. Después, obviamente cuando termina la temporada, no es que no podés estar haciendo nada, pero mientras estás jugando allá es algo que se puede hacer, más a esta edad tan chica que no tenés que mantener una familia ni nada.

Sin ello, para el arquero hubiese resultado más complicada su estadía en Finlandia, ya que incluso el club al cual representó, el Keuruun Palo, se encontraba en el interior del país, a 350 kilómetros de la capital Helsinki y a 40 minutos en tren de Tampere, la segunda ciudad más poblada del territorio nórdico.

-¿Por qué se terminó dando tu salida de Finlandia?

-En esas ligas y categorías se hacen muchos contratos de año a año. Cuando termina el año empezás a ver qué pasa, vas hablando con el club pero no te vas sabiendo que volvés. Cuando terminaba cada año yo me ponía a evaluar otras posibilidades: entre el primer y el segundo año me pasó que volví al club y renové, pero entre el segundo y el tercer año no iba a volver en realidad. Tenía todo bastante avanzado con un equipo de un par de divisiones más arriba, ahí en Finlandia. Y estaba por darse todo, el club había jugado la Europa League hace unos años pero por problemas financieros lo tuvieron que descender y se estaba armando un poco desde el ascenso, así que era una linda oportunidad. Estaba por ir y al final se me terminó complicando unos días antes de que arranque la temporada, así que se terminó cayendo esa oportunidad y quedé ahí, sin nada. Ahí empezamos a hablar con el equipo y un poco más adelante volví para este tercer año.

-Y ahí se da tu vuelta a Argentina de forma definitiva…

-Y ya después de tres años afuera uno extraña obviamente, no es tan fácil. Tenía ganas de ver si encontraba algo acá, porque era algo que no había tenido: la chance de jugar en la categoría de mayores en un equipo profesional en Argentina. Y bueno, era un desafío que tenía para mi carrera. También tenía el plus de que volví a estar acá, cerca de la familia, de los amigos y todo eso, que está bueno. Y apenas volví el año pasado, me puse en campaña: centré mis esfuerzos a ver si podía conseguir algo algo acá por Argentina y un poco así se fue dando.

Jaime Barceló en CADU, su club actual (Instagram)

Jaime Barceló en CADU, su club actual (Instagram)

Así, Jaime Barceló comenzó a buscar equipo en el fútbol argentino de la misma manera que lo hizo en Europa, a puro pulmón y de forma autodidacta. La oportunidad le llegó en Club Atlético Defensores Unidos de Zárate, en la B Nacional. Allí, el chico de 24 años aún no hizo su debut, aunque lo espera con ansias.

-¿Cómo se da tu arribo a CADU?

-En esos últimos meses del año pasado, que volví de Europa, empecé a hablar con gente, fui a jugar un par de partidos con un grupo de jugadores libres contra algunos clubes del ascenso y empecé a mover por acá. Mientras estaba en eso, me avisaron que en CADU estaban haciendo pruebas antes de que el plantel se vaya de vacaciones para probar con la Reserva y con la mirada del cuerpo técnico de primera. Me invitaron y después de tres días de pruebas conseguí quedarme en el club.

-¿CADU fue la única opción que tenías acá en Argentina?

-No, tuve otras. Estuve hablando con otras, con entrenadores arqueros y con diversas personas. Algunas que aparecieron después desaparecieron y se así se terminó dando lo de CADU. Me gustó mucho el club y el desafío: era llegar a un buen club que ascendió a la B hace poco. La temporada pasada fue la primera, acá en el Nacional, que hizo una muy buena temporada. Cuando aparecen estas oportunidades, muchas veces pasan del día a día a todo rápido. Un día te aparece algo, al día siguiente se cae y así. No es que uno puede estar esperando mucho a ver si aparece otra cosa o analizar muchas opciones. Esta oportunidad la verdad era algo que estaba buscando y cuando se dio me puso muy contento. Firmé por un año, hasta fines de 2024.

-¿Qué diferencias le encontrás a la B Nacional con Finlandia?

-Son dos países muy distintos y en todo lo que respecta, fuera del fútbol y también dentro del fútbol, por más que sean un mismo deporte. Acá el fútbol se vive de una manera muy especial, creo que en ningún otro lado del mundo se vive así y eso se nota en los entrenamientos con los compañeros, en la cancha cuando tenés a la gente. Se vive con mucha pasión y es algo que se extrañaba estando allá, que no lo tenés obviamente las hinchas que hay acá: el aguante y todo. Allá no, es un ambiente mucho más tranquilo y familiar; es un fútbol muy físico, muy organizado. Acá tal vez tienes un fútbol un poco más descontracturado, donde tenés a jugadores distintos que te desenvuelven los partidos. Se nota el cambio. Hay muchas cosas de acá del fútbol argentino que extrañaba.

Jaime Barceló en Keuruun Palo, de Finlandia (Instagram)

Jaime Barceló en Keuruun Palo, de Finlandia (Instagram)

A pesar de haber atravesado sus primeros meses en el fútbol argentino profesional, Barceló tuvo un paso por inferiores antes de emigrar al viejo continente en Excursionistas. Desde Defensores Unidos, a la espera de tener minutos con continuidad, el arquero también proyecta su futuro sin techo alguno.

-¿A qué aspirás como arquero en tu carrera?

-Y… yo empecé un poco tarde. O no sé si tarde, pero no hice el camino tradicional que sigue un futbolista o un arquero. Mi objetivo es llegar al nivel más alto que pueda. Hoy en día el nivel más alto que puedo es estar acá en la B Nacional de Argentina. Mañana no sé. Todavía acá no he jugado partidos oficiales ni nada. Todavía me falta bastante. No es algo que tenga pensado ya mismo, tengo que hacer toda la adaptación acá de vuelta, así que por el momento estoy muy cómodo donde estoy también.

-Proyectando a futuro, ¿en qué club de Argentina te verías atajando?

-Y, así por soñar, siempre en los grandes. Por lo que significan, por la infraestructura que tienen; por lo que te pueden dar también como futbolista en cuanto a selección, a salida afuera y demás. Soñar es gratis, y ahí es donde a uno le gustaría estar. Igual, en cualquier lugar que sea competitivo a mi me dejaría contento, y el fútbol argentino es muy competitivo.

-Y si toca volver a Europa, ¿en qué liga te gustaría jugar?

-Soñando sin limites, sin restricciones, la Premier League es una liga que me encanta. Miro mucho fútbol y mucha Premier. Eso sería un sueño. Cuando ves los partidos decís, ‘¡Uy, qué lindo el estadio!, ¡Qué lindo! Mirá cómo está el pasto, qué ganas de estar ahí‘. Igual, en cualquier primera división en Europa sería algo muy lindo. Incluso no descarto en un futuro volver a Finlandia y poder conseguir algo en la primera división. Me parece una liga muy linda y entretenida.

Jaime Barceló en Keuruun Palo, de Finlandia (Instagram)

Jaime Barceló en Keuruun Palo, de Finlandia (Instagram)

Respecto a su juego, Barceló se destaca a sí mismo como un “buen arquero“. “Tengo una buena manera de mantener la pelota fuera del arco, por ahí no siempre de la manera más ortodoxa, como dicen los libros, pero soy bueno ‘shot-stopper’, como lo dicen en Inglaterra, ja“, señala sobre su forma de atajar. Además, remarcó que le gusta ordenar a la defensa y ser un líder positivo dentro de la cancha. Por su estilo, se compara con el actual arquero de Independiente, Rodrigo Rey. Bromea, en paralelo, que a nivel físico también se asemeja.

-¿Con qué arquero te ves reflejado a nivel fútbol argentino?

Dentro del fútbol argentino, con Rodrigo Rey. Hasta físicamente, ja. Me dicen mucho que soy muy parecido a él, incluso atajando. Es el estilo que busco para atajar. Está haciendo últimamente unas actuaciones espectaculares.

Para cerrar, Jaime Barceló le dejó un mensaje a quienes buscan su oportunidad en el fútbol profesional, pero que, como él, deben buscar una manera no convencional de llegar a cumplir el objetivo dentro del fútbol.

-¿Creés que tu caso es uno en un millón o se puede replicar?

La mayoría de los casos son uno en un millón. Así y todo, invito a cualquiera a que, si no sale de la vía rápida y clásica, a pensar un poco fuera de lo común, darle una vuelta de tuerca, para poder conseguir tu objetivo. Al final del día, el mensaje más importante es disfrutar todos los días y mejorar un poco todos los días.