TRES PUNTOS Y AL CLÁSICO

Escrita por Darío Sanhueza

Luego de la agónica e importantísima victoria ante Audax, nos tocaba volver a la Ruca, donde el equipo ha hecho una muy buena campaña, sin perder y cediendo apenas dos empates. Pero Colo Colo tiene dos derrotas en este torneo y una de ellas fue precisamente ante nuestro rival de ahora, Huachipato, comandado por un entrenador que no sólo fue una decepción mayúsculamente rotunda en su lamentable paso por la cabina técnica del Cacique, sino que fue partícipe fundamental de haber perpetrado el plantel con el que Colo Colo casi se fue al descenso por primera vez en su historia.

Habiendo completado el duelo por la partida del Pibe, luego de verlo debutar por River Plate, la idea inicial de Quinteros parece ser afianzar al trío ofensivo que empezó ante Audax y ahora, es decir, Oroz, Lucero y Bouzat. Llama la atención que, conforme a los antecedentes de sus pasados recientes, el Flecha y el Chiqui se sienten más cómodos a perfil cambiado, pero seguramente el adiestrador prefiere que opten más por abrir la cancha que por hacer diagonales buscando sus respectivas piernas hábiles.

Oroz se vio bastante atrevido en el primer tiempo, seguramente con la instrucción de encarar lo más posible, alternó buenas con otras no tanto, pero parece ir dando pasos para afianzarse en la titularidad. Por otro lado, y además de su trabajo táctico, Bouzat de a poco va encontrando más fiato, y encontraba un justo premio con ese gran centro a Lucero, pero el gol lamentablemente terminó siendo anulado.

Al Cacique le costó en demasía Huachipato en el Monumental. | Foto: Agencia UNO

Huachipato no inquietaba, Cortés podría haber estado jugando Candy Crush en los primeros 45’, pero Colo Colo en el primer tiempo fue como esos boxeadores “maquilladores”, que lanzan golpes, pero no dañan. El gol no salía, y el segundo tiempo seguía en una senda similar, con un Cacique que se aproximaba, pero de forma irresoluta, sin hacer gran figura del partido a Castellón.

Hasta que llegaron los cambios. Primero, la salida obligada de Peluca que, esperemos, no le impida llegar al Clásico; después Bolados que este año ha insinuado más de lo que ha consolidado en números; y Pizarro con Zavala cuando quedaban quince y las ideas comenzaban a escasear.

Zavala fue el héroe albo ante Huachipato. | Foto: Agencia UNO

No salía por juego asociado y tampoco por insistencia. Tuvo que salir por inspiración, y en qué momento llegó el primer gol de Zavala en Colo Colo. Hay goles más trascendentes que otros, y este no fue la rúbrica de una goleada, fue el gol que nos dio tres puntos en un partido rocoso, áspero y no muy bien jugado. Y fue un golazo, luego de la recuperación de un renacido Matías Zaldivia -que en el Planvital ha sacado la cara-, el avance de Pizarro y la inspiración de Zavala para inventar un derechazo viboreante y venenoso para sacarse toda la “mala” y recibir el cariño de sus compañeros y de un público que, a estas alturas, resulta incomprensible que esté limitado a 10.000. Esperemos que este bautismo ayude a que veamos la mejor versión de un jugador con mucha capacidad de desequilibrio individual.

Han sido dos partidos con mucho desgaste emocional, y el que viene ahora no lo será menos. Más allá que el rival tenga más problemas que el Baldor y que no nos gane desde hace veinte partidos -un escándalo-, el Clásico es el partido que más nos gusta ganar y que más sufrimos cuando se pierde. Luego de ese traumático 2020, tuvimos un 2021 que sirvió para restablecer los parámetros históricos de exigencia, y este 2022 hay que ser campeones, sin dos lecturas. Partido a partido, pero hay razones para ser optimistas.