Colo Colo ha recibido varios palos por parte de sus jugadores jóvenes. El primero de ellos fue Williams Alarcón, quien no iba a tener chances en el Cacique y decidió ir a La Calera. Luego, el delantero Luciano Arriagada confesó su verdad sobre lo ocurrido con Blanco y Negro y la tibia relación con Gustavo Quinteros, quien, incluso, dispuso que el jugador fuese pelotero en uno de los partidos de la Copa Chile. Por ello, el artillero decidió a buscar su oportunidad al Athlético Paranaense de Brasil. 

A pesar de los malos ratos, Arriagada sigue adelante con las prácticas y está enfocado en llegar lo mejor posible a su desafío en Brasil, aunque no se olvida de Colo Colo y tiene el foco en lograr, algún día, una revancha con el Estadio Monumental lleno. 

"Soy hincha a morir de Colo Colo, mi familia es colocolina, para mí es una pena partir así. Mi sueño era consolidarme en Colo Colo, ser el goleador del equipo y así siempre lo soñe. Sin embargo, no se dieron las circunstancias, tuve pocas oportunidades y estoy viendo lo que es mejor para mi futuro. Irme a la cuarta liga más competitiva del mundo es tremendo para mí. Ante las pocas oportunidades opté por lo mejor para mi futuro", dijo Arriagada en ESPN Chile. 

Eso no es todo, Arriagada también mostró su lado más humano y deslizó que "para mí ha sido muy difícil. Si no tuviese la fortaleza mental que tengo, no podría seguir adelante. Quizás, otro jugador se venía a bajo. Imagínate, de pasar a debutar en la adulta a ser pelotero, luego a la juvenil, que me citaran, que me dejaran sin vestir, que no fuera citado, la verdad fue muy difícil". 

Luciano Arriagada recibió un duro portazo de Colo Colo y buscará su continuidad en el Brasileirao (Agencia Uno)

Arriagada, además, es oriundo de Lota y partirá en enero al Athlético Paranaense que dirige Luiz Felipe Scolari, quien, alguna vez, estuvo cerca de llegar a dirigir en Colo Colo. A pesar de los malos tratos y de no tener opciones, el delantero sigue adelante con su sueño de retribuirle en la cancha todo lo que le dio el Cacique, ya que el artillero llegó con 9 años a Macul. 

"Obviamente, es triste irse así,  porque son los sueños que uno tiene. Siempre he soñado con estar en Colo Colo, consagrarme, conseguir logros importante y ahora irme así me duele mucho. Lo que más anhelo es volver y hacer lo que no pude hacer para devolverle el cariño a la gente. No saben la gente me quiere cuando salgo del estadio, me piden fotos y me dicen que me quieren ver jugar. Lamentablemente, me voy con esa espinita clavada. Voy ser otro jugador y me gustaría volver en el futuro", agregó.