Hace casi un año que el atacante Marco Rojas se fue de Colo Colo luego de pasar una temporada completa en el Cacique, donde llegó como alternativa de Pablo Solari en la delantero, quien fue vendido a River Plate.

En 11 meses en el Estadio Monumental, el hijo de padre chileno, nacido en Nueva Zelanda, nunca pudo adaptarse al cien por ciento al fútbol chileno. En la que fue su primera y única experiencia en Sudamérica.

Su llegada a Macul fue una apuesta y funcionó a medias. El “Kiwi Messi”, como le apodaban, jugó 19 partidos y anotó un gol, además de entregar seis asistencias.

En el recuerdo quedó su golazo pasado mitad de cancha que le convirtió a O’Higgins de Rancagua, para el triunfo por 2-0 en la penúltima fecha del Campeonato Nacional 2022. Jornada en que los albos celebraron la estrella número 33.

Marco Rojas fue campeón de Primera División con Colo Colo en 2022. (Foto: Jonnathan Oyarzún/Photosport)

¿Qué ha sido de Marco Rojas después de Colo Colo?

Luego de su salida del Cacique por temas personales, el chileno-neozelandés estuvo inactivo por todo un semestre, hasta que en enero firmó por el Brisbane Roar de la A-League de Australia.

Con dicho equipo jugó solo ocho partidos, tres de ellos como titular y marcó dos goles, que fue un doblete en el triunfo por 3-2 ante uno de sus ex equipo, Melbourne Victory.

Pero todo de truncó rápidamente para el jugador de 32 años. Ya que se perdió cuatro partidos en la parte final de la fase regular, por una lesión muscular. Incluso, su temporada acabó dos semanas antes por esta condición y el elenco no clasificó a las fases finales.

Marco Rojas junto al Brisbane Roar de la A-League de Australia.

Otra vez como agente libre

Quien ha sido seleccionado neozelandés en reiteradas ocasiones, terminó así su última excursión, ya que su contrato expira el 30 de junio.

Cabe recordar que luego de su salida del cuadro popular, Rojas incluso comentó que podría dar un paso al costado del fútbol profesional.

Tras su etapa en Pedrero tampoco ha vuelto a ser convocado a la selección oceánica y, por ahora, su futuro es una incógnita.