Gabriel Arias se ha consolidado como uno de los arqueros más firmes y confiables de Racing Club en el último tiempo, pese a que ha sufrido lesiones, siempre termina recobrando el puesto de titular indiscutido en la academia.
En el día de ayer, el conjunto de Avellaneda tenía una dura visita frente a Platense por la liga argentina y el equipo se pudo sobreponer con dientes y uñas apretados por la cuenta mínima con gol de Maximiliano Romero al minuto 59.
Eso sí, la nota negra de la jornada llegaría al final del partido y tendría a los dos chilenos en cancha como protagonistas: Eugenio Mena y Gabriel Arias vieron la tarjeta roja en los descuentos del segundo tiempo y no pudieron terminar el partido.
Arias, por un lado, se enfrascó con la barra de Platense que estaba atrás del arco e hizo obscenos gestos -repudiables- antes de irse a los camarines. Luego, cuando ya entraba al túnel para marcharse, siguió con los mismos gestos.
En una comisaría, Arias entregó su versión de por qué explotó: “Es muy difícil creer en esta sociedad que se tomen el trabajo de buscar los nombres de los familiares de un jugador y te insulten casi 100 minutos. Se pasan los límites, no me lo banqué exploté contra esas cuatro personas”.
“No es nada contra la gente de Platense, les pido disculpas. Es para esas personas que me insultaron constantemente a mi familia. Estamos en una sociedad que busca lastimar, cosas que no están bien. Disculpas a mis compañeros y la gente de Platense, no fue lo correcto y me hago cargo. Pero los jugadores que se agarraron conmigo no saben lo que me tocó pasar. Llega un momento que no lo aguanté, fueron cosas muy hirientes, me quisieron lastimar y no está bueno”, reflexionó.