El Real Madrid sacó su estirpe copera para ganar su decimocuarta Champions League tras vencer por 1-0 al Liverpool con solitaria anotación de Vinicius Jr. Con esto, el elenco español dobló en títulos continentales a su más cercano perseguidor, el AC Milan, reafirmando su posición como el club más grande del mundo.

Su estilo puede gustar o no, pero los merengues realizaron un torneo brillante dejando en el camino a rivales calados como el PSG, Chelsea, Manchester City y posteriormente a los Reds de Jürgen Klopp, por lo que no hay dudas de la épica en este hito. Pero hay de todo y siempre habrá detractores.

Uno fue David Faitelson, controvertido periodista mexicano de ESPN, quien en su estilo, se descargó en redes sociales por el estilo de juego que propusieron los de Carlo Ancellotti para alzarse con la Orejona.

Qué burdo y simplista conformarse con el resultado. El futbol es un espectáculo, un entretenimiento. El Real Madrid jugó a defenderse. La realidad es compleja, pero hay que admitirlo: no merecía el título que se llevó de París…”, escribió en su cuenta de Twitter.

Lo que el polémico comunicador no se esperaba era la sorpresiva respuesta de Thibaut Courtois, una de las figuras de la final, quien le dedicó un trolleo casi tan épico como el título logrado en Saint-Denis y que tuvo alcance mundial por la celebración de los hinchas: “Jajajajajajajajajajajajajjajajajajaj”, más el emoji de la cara de risas con lágrimas.

El trolleo de Courtois a Faitelson.

No es la primera vez que David Faitelson se ve envuelto en un encontrón con alguna figura del deporte. En México ya tuvo problemas con Cuauhtémoc Blanco, emblemático ídolo del América de México, así como con el boxeador Canelo Álvarez.

Incluso ha tenido rounds con futbolistas chilenos, como cuando se lanzó contra Nicolás Castillo por sus constantes lesiones, pero el delantero nacional no se quedó callado: “cuando fui a tu canal, no fuiste capaz de decirme nada a la cara. Me pediste una entrevista con la cara de marrano triste que tienes. Siempre serás un cagón porque no dices las cosas a la cara”.