La Segunda División pasa por un durísimo momento. En realidad, la tercera categoría desde su creación el 2011 con Sergio Jadue en la presidencia de la ANFP nunca ha logrado a afirmarse. Las demandas de los clubes se repiten, pero no son tomadas en cuenta.
Los equipos no tienen ingresos por derechos de televisación como en la Primera División y Primera B, también hay limitaciones presupuestarias que frenan la inversión de privados y sus clubes si bien son profesionales, son relegados, pues no tienen voto en el Consejo de Presidentes.
El delicado momento de San Antonio alerta a una categoría completa. De hecho, el SAU no es el único club complicado, y hay consternación en otras instituciones por el complejo momento. A traves de un comunicado firmado por todos los clubes de la Segunda División, se revela que algunos equipos han meditado declararse en quiebra.
“Los clubes que conforman la Segunda División Profesional de Chile expresamos nuestra profunda preocupación por la grave crisis estructural, económica e institucional que atraviesa nuestra categoría, una situación que pone en serio riesgo su continuidad y afecta directamente al futuro del fútbol chileno en su conjunto”, dice un comunicado firmado por los clubes de la categoría.
En ese aspecto, revelan que varias instituciones viven un momento complejo en materia económica: “En la actualidad muchos de nuestros clubes enfrentan una crisis financiera severa, con dificultades para cubrir costos operativos básicos, pagar salarios y mantener planteles competitivos”.
Además, algunos equipos han estado al borde de quebrar:“Esta situación ha alcanzado niveles insostenibles con algunos de nuestros clubes considerando la declaración de quiebra, lo que subraya la urgencia de implementar medidas concretas y estructurales”.
