Se acerca el nuevo año y llega el momento de pensar qué queremos para el 2024. En este caso, qué quiero yo. Te comparto los deseos: de la “A” a la “Z”.
Árbitros que apliquen las reglas para todos los equipos por igual. A veces es muy evidente que el trato para los “tres equipos grandes” es distinto con el resto de los clubes. Esto incluye el VAR por cierto.
Basta de violencia en los recintos deportivos. Espero que a 30 años del inicio de la Ley de Violencia en los estadios tengamos luz de solución al tema. Es cierto que esa ley se modificó para mejorar, pero aún no se nota el aporte, lo mismo con Estadio Seguro. Mostremos interés en algo importante: la seguridad de los hinchas.
Clubes que se preocupen de sus hinchas. No pasa sólo por recibirlos bien en el estadio, el seguidor de un equipo lo es de lunes a domingo. Ubíquenlos, sepan qué quieren, qué sueñan y traten de darles en el gusto en una cosa que sea. Un focus group es una buena idea.
Dirigentes que se aboquen a trabajar por el club y no a luchar por beneficios personales. Sobre todo en los directorios de las SA donde vemos más luchas de egos, que buscar lo mejor para el equipo.
Estadios en mejores condiciones para recibir a los hinchas. Sin aglomeraciones en las entradas, con baños limpios, por pedir dos cosas simples.
Futbolistas que dejen de reclamar los cobros arbitrales. Si el juez falló, el VAR lo llamará para corregirlo. Bueno, eso esperamos todos.
Goles de larga distancia. En Chile poco se atreven a tirar al arco desde fuera del área. En partidos cerrados o con defensas bien paradas es un buen recurso.
Hinchas que se sepan comportan en los estadios. Uno va a apoyar a su equipo, no a provocar desmanes o a agredir a fanáticos del cuadro rival. Si no aplicamos tolerancia en lo que nos distrae, no lo haremos en ningún lado.
Iniciemos un año con un buen Preolímpico. Entre el 20 de enero y el 11 de febrero Chile sub 23 luchará por la clasificación a París 2024. Son dos cupos para diez selecciones, claro que es complejo, pero es la chance también para que los jugadores muestren sus capacidades para formar parte del nuevo proceso de la selección adulta.
Jóvenes chilenos que se esfuercen por sus carreras. Nada es inmediato. Que forjen la paciencia y la lucha para llegar al primer equipo, y una vez que lo logren, sigan luchando para hacerse un espacio en el equipo titular. Eso implica cuidarse, manejar la frustración de que las cosas no salgan como uno quiere y estar bien rodeado. El deseo que más anhelo.
La selección chilena jugando en el Estadio Nacional de nuevo, pero con aforo completo. Es el recinto principal del país y es ahí donde la Roja consiguió sus triunfos más importantes.
Mientras la Premier League nos seduce, que nuestro campeonato nacional tenga algún atractivo para que los hinchas lo sigan con ganas. No se trata de ver sólo el club que te gusta, sino que haya algo más que te invite a seguir una liga que cada día está más devaluada.
No más reglamentos de campeonato que cambian año a año. Algo clave para que los hinchas aprecien un torneo es que las reglas sean siempre iguales. Y acá más encima tenemos formatos de torneos que no duran diez años. Cada uno tendrá su gusto, pero todos concuerdan en que la mejor liga del mundo está en Inglaterra y esa no ha cambiado el formato desde 1888. Sólo cambió el nombre en 1992.
Opinemos más y con respeto en redes sociales. Tener la chance de comentarle a un futbolista o a un técnico en Twitter, Instagram, o donde sea, es un regalo. No lo desaprovechemos. Comentarle a alguien para faltarle el respeto sólo provocará que esa persona limite los comentarios, deje su cuenta privada o la cierre.
Partidos donde el tiempo real de juego aumente. Es triste ver que en nuestro campeonato a veces haya encuentros con 40 minutos de juego real, menos de la mitad del total. Eso es un llamado de atención para todos los protagonistas del juego, que ayuden a que eso mejore.
Que las entradas sean más baratas, de manera de favorecer de alguna forma que las familias vuelvan a los estadios.
Representantes que dejen de meterle “pájaros en la cabeza” a los jugadores que recién están comenzando. Al final sólo los perjudican, porque les enseñan que lo único importante es el dinero y no desarrollan la capacidad de lucha para estar en un equipo y pelear una titularidad. “Si no juegas, te tienes que ir”. Ese es el comienzo del fin.
Seleccionados nacionales con más minutos en sus equipos. Que sean titulares o que jueguen lo más posible. Sólo así la selección chilena tendrá un mejor rendimiento, con futbolistas que estén activos, no que estén más en la banca que en la cancha.
Torneos internacionales con equipos chilenos no siendo cuartos de su grupo. Con alguno metiéndose en octavos de final de Copa Libertadores y Copa Sudamericana.
Universidad Católica cuenta los días para poder disfrutar del nuevo San Carlos de Apoquindo. Que sea el lugar para que Fernando Zampedri se transforme en el goleador histórico de los cruzados. No hay un mejor escenario posible.
VAR que ayude a los partidos y no los perjudique. ¿En qué sentido? En que las intervenciones tienen que ser más cortas para no afectar aún más el ritmo de los encuentros, que ya se ve mermado por reclamos y tiempo perdido en faltas.
Ya es hora de tener mejores canchas en nuestros estadios. Y culpar sólo a los recitales es facilista, porque no los hay semana por medio. Cuiden a los cancheros como no lo hizo Unión Española. Que trajo a quien tiene de lujo las canchas de Calama y El Salvador, quien le mejoró el pasto y no le pagaron. Seamos más serios.
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