El recordado exfutbolista de Universidad Católica, Luis Núñez, volvió a aparecer públicamente desde la cárcel, donde cumple una condena de 10 años por homicidio. 

El exatacante, conocido como ‘Lucho Pato’, fue captado disputando un partido amistoso en el Centro de Cumplimiento Penitenciario Biobío, donde se encuentra privado de libertad. El encuentro amistoso fue ante un grupo de jugadores del plantel profesional de Deportes Concepción, lo que generó reacciones en redes sociales. 

Vestido con una camiseta blanca y azul y con el dorsal 13 en la espalda, Núñez fue parte del equipo de internos que recibió al conjunto lila en la cárcel de El Manzano, en Concepción. La imagen del exjugador participando del duelo rápidamente se viralizó, marcando su primera aparición pública desde su condena por delitos vinculados a un homicidio.

Luis Núñez reapareció públicamente jugando futbolito en la cárcel (@elconce_cl)

En redes sociales, el León de Collao viralizó las imágenes con un sentido mensaje: “Como el equipo más importante de la Región nuestra misión es vincularnos con diversos organismos de la zona, es por eso que visitamos el Centro de Cumplimiento Penitenciario del Biobío, instancia en la que realizamos una jornada deportiva junto a los internos”, apuntaron. 

“La instancia contó con la participación de Leones de nuestro plantel profesional, cuerpo técnico y jugadores de nuestro fútbol formativo, además de integrantes del área deportiva del club. Finalmente, nuestra delegación compartió con el ex jugador de Deportes Concepción, Luis Núñez, quien agradeció de gran manera la visita de nuestros Leones”, cerró.

¿Por qué Luis Núñez está privado de libertad?

Luis Núñez fue condenado en 2013 a más de cuatro años de prisión por delitos relacionados con narcotráfico y porte ilegal de armas. Años más tarde, en 2018, su nombre volvió a estar vinculado a un homicidio ocurrido en la población La Legua. Tras este hecho, se dio a la fuga y se mantuvo prófugo en Bolivia, país desde el cual fue finalmente extraditado. En 2022, la justicia chilena lo sentenció a 10 años y un día de cárcel por homicidio simple, además de 541 días por lesiones graves.