El presente futbolístico de Darío Osorio a sus 20 años es de absoluto esplendor. De irrumpir en Universidad de Chile, pasó a su actual club en Europa, Midtjylland en Dinamarca donde obtuvo el título de campeón, y que lo ha llevado a ser una pieza importante en la selección chilena que disputará la Copa América.
Pero, es importante hacer el repaso de la vida de este jugador, que no la ha tenido fácil para lograr sus objetivos, porque independiente de la calidad con el balón, tuvo que remarla solito.
Sin embargo, el apoyo familiar siempre ha estado sobre todo de su madre, Alicia. Aunque, también una persona ha sido súper importante en este recorrido, Héctor Fernández. No es su padre biológico, pero cae de cajón el refrán “Padre es quien cría” y así ha sido en caso.
Don Héctor o “Michael” como es conocido, conversó con BOLAVIP CHILE en la antesala del debut de Chile en Copa América, donde Darío no será titular ante Perú, pero hay muchas opciones que ingrese y en un corto plazo, ser titular en La Roja.
Él, llegó a la vida de Darío a los dos años, cuando conoció a su mamá y comenzaron una larga relación que ya va cercana a las dos décadas. Ella, además, tenía a su hija Geraldine de cinco y en el recorrido de esta bella relación, han nacido dos hijos más.
“Conocí a Alicia en todo lo relacionado al deporte, yo soy arquero y he jugado en Hijuelas, estuve en Unión La Calera y hasta de Copiapó me vinieron a buscar en su momento, pero no seguí jugando porque me tocó el servicio militar y ahora juego en el Magallanes de Hijuelas”, nos contó Fernández.
El apoyo que en su momento le dio al niño Darío
Héctor, estuvo presente cuando tocó experimentar el momento más duro como familia. A la ya conocida historia de la prueba donde Osorio quedó en la U y lo que intercedió Rubén Farfán, vino el instante del quiebre, “nos turnábamos para llevarlo a entrenar, hasta que Edorta Murúa (español, ex jefe fútbol formativo azul) dijo que se tenía que quedar. Nos vinimos a Hijuelas, conversando con la Ali y yo le dije que no podía dejar pasar la oportunidad. Darío tenía 11 años y se fue a Santiago a vivir a la Casa Azul”, señaló de manera muy tranquila.
Obviamente, no fueron tiempos fáciles para la familia y para el pre adolescente “le explicábamos a Darío que no lo íbamos a dejar solo, que estábamos a una hora”, intentando llevar calma al futuro crack.
¿Él entendió? “Darío es callado, se perdió infancia, cumpleaños, Día de la madre. Tenía que ir a jugar a selecciones, no tenía vacaciones, con suerte se le veía unas semanas. Nosotros vivíamos ese sufrimiento en reserva, cómo siendo tan chico se nos fue. Gracias a Dios tiene condiciones, pero para nosotros fue una mezcla de alegría con tristezas.
En ese sentido, el apoyo, el inculcar valores, enseñar lo bueno y lo malo con lo que se encontrar resultó clave y dio frutos. Su padre, nos comentaba que Darío no tuvo amigos de su edad, era muy callad y tranquilo, “sus primeros amigos fueron los compañeros en la Casa Azul y en la U”, dijo Fernández.
Las veces que lo acompañó a la cancha
Héctor contó una gran historia a nuestro portal y que nunca ha compartido que muy pocos la saben. Él, acompañaba a Darío a la cancha, a patear el balón junto a los hermanos chicos y fue así que narró una gran historia. “Le enseñé a abrocharse los zapatos de fútbol porque le costaba, así es que hicimos algo para ayudarlo. En un cartón, le hice unos hoyos y ahí cruzaba los cordones, practicaba y practicaba y así aprendió”, nos describió.
Un lazo que va más allá
Como decíamos, no es el padre biológico de Darío, entonces quisimos profundizar aún más en esa relación, aquel vínculo con el hijo que la vida le regaló.
¿Él le dice papá? “Sí. Cuando anda con la buena me dice Papá o Michael, que es como mi ‘nombre artístico’. Si bien, hay que sacarle las palabras con tira buzón, pero si anda de buena, nos hace videollamadas y ahí me dice Papá y todo eso”, recalcó.
¿Está la posibilidad de cambiar el apellido? “Sí, está la posibilidad, pero eso se lo dejo a él. Conversaba el otro día con Alicia y ambos estamos de acuerdo, pero debe nacer de él, si me dice ‘Papá me quiero cambiar el apellido’, ahí vamos a estar”, confesó.
¿Sería un lindo reconocimiento para usted? Claro, para todos. En mi familia es un nieto más. Mi mamá y mi papá la sufren por él. Todos somos futboleros, la familia de Alicia, la mia, todos pusimos un granito de arena cuando Darío estuvo lejos”, apuntó Fernández.
El debut en el profesionalismo de Darío Osorio
Por cierto, la alegría de ver al muchacho debutar en el profesionalismo con la camiseta de Universidad de Chile, “felices, pues. Somos de la U y no por Darío, o sea verlo con la camiseta azul, una doble felicidad”, dijo el hombre.
Por cierto, también rememoró el estreno ante Colo Colo en un Torneo de Verano disputado en Argentina. “Yo soy minero y estaba allá ese día. Me fui con un compañero a los cerros a ver el partido. Yo estaba nervioso y él me dice ‘mira, va a entrar’ y luego me dice ‘gol de Darío’. Ahí se me salió un garabato y me puse a gritar, total nadie me iba a escuchar”, detalló.
Darío Osorio y su primera Copa América
Los Fernández Osorio están listos para vivir el debut de Chile en la Copa América ante Perú, pero de manera muy íntima, “en la casa. La verdad no nos gusta salir por la bulla, lo vemos tranquilitos en familia”, aseguró.
¿Se imaginaban verlo tan joven en la selección? “Estamos felices por eso, aunque con temor porque en el fútbol algo puede salir mal y vienen las críticas, pero sabemos que él sale adelante”, reconoció.
¿Cómo lo ven en esta Copa? “Tengo un lindo presentimiento, se lo dije a Alicia y es que hoy entra y le hace un gol a Perú y con Argentina lo mismo. Es mi presentimiento y se que hará una muy buena copa”, sostuvo.
¿Qué espera de Darío para su futuro?
Finalmente, habló de las perspectivas de su hijo, “me habla que quiere jugar la Champions League y en la Premier League. No me dice el equipo, pero sí que quiere en Inglaterra. Por la masa muscular que ha desarrollado, porque nos dimos cuenta de eso, está capacitado para ir allá”, manifestó Héctor.
Es la esperanza de Don Héctor Fernández, quien se llena de orgullo y le tiembla la voz cuando escucha que en la televisión internacional hablan de La Joya de Hijuelas como un jugador con gran futuro y esperanza del fútbol chileno, “estamos felices, pero siempre con la humildad que tiene Darío, algo que inculcamos a todos nuestros hijos aquí en la familia”, cerró un emocionado Héctor Fernández.