Brayan Cortés: Similar a lo que fue el partido contra Argentina. Poco exigido y cuando debió aparecer, tapó. En el gol de Terceros no pudo hacer mucho, pero tuvo al menos tres salvadas claras. Tristemente para él, dejó rebotar un balón que fue el 2 a 0 de Bolivia.
Benjamín Kuscevic: Errático, lento y débil en las marcas. No logró ser fundamental en un partido donde Chile se jugaba la vida.
Igor Lichnovski: Bajo en las marcas al igual que su compañero en la zona de centrales.
Gabriel Suazo: Nada del jugador que mostró buenos dotes ante Argentina. Le ganaron constantemente los cruces por la banda izquierda.
Fabián Hormazábal: Intentó asociarse con Loyola constantemente, pero la presión de jugar en La Paz la sintió y se notó.
Rodrigo Echeverría: Se vio muy cansado en la segunda fracción. Metió buenos pases pero la poca contundencia ofensiva no fue efectiva y sus habilitaciones no sirvieron de mucho.
Lucas Assadi: Si en Universidad de Chile es criticado por su rendimiento, hoy en La Roja dio a entender el porqué de esas críticas. Lento, errático y débil en las marcas.
Felipe Loyola: Al igual que el resto de sus compañeros, se vio muy sobrepasado por la banda. Poco y nada se vio del veloz jugador de Independiente.
Darío Osorio: Sus partidos por la Selección Chilena son cada vez más cuestionables y esta vez no fue la excepción. Picó nada al espacio y no logró asociarse jamás con el equipo.
Lucas Cepeda: Errático y perdido. Uno de los que más se notó le afectó jugar en la altura de La Paz. Tuvo el remate más claro de Chile.
Alexis Sánchez: Increíblemente fue el más veloz e incisivo. No se vio del todo cansado como el resto del plantel y cada vez que pudo, intentó meter. Eso sí, se le vio molesto con sus compañeros, mostrando un liderazgo que en este momento no fue para nada positivo.
Francisco Sierralta: Chile jugaba 11 contra 10 pero tras su ingreso, duró 9 minutos en cancha y dejó a Chile con 10 tras una patada absurda.
Javier Altamirano: Le entregó algo de aire fresco a la Selección pero el resto de sus compañeros se veían ya exhaustos. Difícil cuando las individualidades no alcanzan.
Víctor Dávila: Si bien se esperaba que ingresara fresco, poco y nada demostró en los minutos que estuvo en cancha. Poco para evaluar al igual que Marcelino Núñez y Rodrigo Ureña.
