De origen yugoslavo y nacionalizada australiana, Jelena Dokic se convirtió en una de las grandes promesas del tenis mundial a fines de los años 90. La tenista, quien llegó a ocupar el puesto número 4 del ranking WTA en 2002, cuando apenas tenía 19 años, deslumbró al mundo con su nivel de juego y un talento pocas veces visto en el circuito.
Sin embargo, detrás de todo el talento se escondía uno de los casos de abuso y maltrato más impactantes en la historia del tenis. Víctima de una fuerte manipulación psicológica y violencia física, Jelena Dokic, contó toda su verdad en su libro autobiográfico “Unbreakeable” (Inquebrantable), donde entregó fuertes detalles del sufrimiento que le provocó su entrenador y padre, Damir Dokic.
Descrito como un personaje violento y controlador que la empujó al límite tanto dentro como fuera de la cancha, Dokic detalló las agresiones constantes que sufrió durante su infancia y carrera profesional. La presión y el trauma acumulado pasaron factura. Dokic enfrentó problemas de salud mental, sufrió depresión severa, e incluso confesó haber tenido pensamientos suicidas.
“Me golpeó la cabeza, comenzó a patearme en el suelo”
“Él me golpeaba realmente fuerte. Básicamente empezó desde el primer día que jugué tenis. Desde ahí continuó y se salió de control”, confesó Dokic en su autobiografía, donde detalla otros espeluznantes relatos: “Él golpeó en la cabeza, me hizo caer y, mientras estaba tendida en el suelo, comenzó a patearme. Me pateó cerca de mi oreja y mi visión se volvió borrosa”, narró.
Uno de los episodios más fuertes ocurrió cuando Dokic quedó eliminada en las semifinales de Wimbledon en el año 2000. La extenista relata que su padre no la dejó dormir en el hotel, hasta que finalmente fue un juez, quien le consiguió una habitación al encontrarla sola en la sala de jugadoras a las 11 de la noche.
La violencia llegó a tal nivel que decidió alejarse de las canchas debido a la fuerte depresión que sufría. Su retiro del tenis profesional llegó sin la despedida que merecía, tras años de lucha en silencio, alejada de los focos mediáticos y los aplausos.
Hace unas semanas, Dokic confirmó la muerte de su padre, de quién estaba alejada hace años. “A pesar de todo y por muy dura, difícil y en los últimos 10 años incluso inexistente que haya sido nuestra relación y comunicación, nunca es fácil perder a un padre, incluso a uno del que estás distanciado”, confirmó en redes sociales.
Tras su retiro, Jelena Dokic se convirtió en una voz poderosa contra el abuso y la violencia familiar, y en un ejemplo de resiliencia para atletas y mujeres de todo el mundo. Actualmente trabaja como comentarista de tenis y activista, compartiendo su historia para inspirar a otros a buscar ayuda.
