Más que directo. Así comienza el comunicado de Universidad de Chile luego de la terrible noche vivida el miércoles 21 en el Estadio Libertadores de América frente a Independiente, donde cientos de hinchas fueron víctima de la brutal represión policial sumado a la barbarie cometida por hinchas del Rojo.

“La golpiza brutal e inhumana sufrida por nuestros hinchas la noche del 20 de agosto en el estadio Libertadores de América será recordada como uno de los capítulos más violentos de la historia del fútbol”, indicaron los azules en un extenso comunicado.

Asimismo, indicaron que: “Una vez que CONMEBOL canceló el partido por falta de garantías del equipo organizador y de las autoridades locales, nuestro Club se enfocó en conocer la situación de nuestros fanáticos afectados”.

La destacada labor de Michael Clark

Michael Clark, mandamás del cuadro universitario, estuvo en primera persona recabando información sobre los afectados en Avellaneda.

En el comunicado del cuadro laico, destacaron su trabajo en busca de ayuda y esclarecer los hechos con los hinchas afectados: “Tal como lo ha dicho nuestro presidente en sus diversas vocerías hoy, lo deportivo pasa a un segundo plano cuando hay vidas humanas comprometidas. Cuando se resuelvan las situaciones que afectan a nuestra gente, se verán los temas deportivos en donde la U hará todo lo posible porque prime la justicia, se castigue con todo el rigor de la ley a los violentos y se sancione a quienes no cumplieron con el deber de organizar adecuadamente un partido”.

Posteriormente, agradecieron la gestión del gobierno chileno a través del embajador José Antonio Viera-Gallo y el ministro del Interior Álvaro Elizalde, quien viajó incluso a Buenos Aires a ver el estado de los afectados.

Michael Clark tuvo un rol fundamental en Buenos Aires.

“Hubo hinchas de Independiente que ingresaron sin obstáculos al sector destinado a la visita, atacando a los pocos seguidores azules que permanecían ahí. Se registraron hechos de extrema violencia e inhumanidad, imposibles de detallar en este comunicado por su crudeza. También destrozaron los vidrios de nuestro bus e intentaron ingresar al camarín para agredir a nuestros jugadores. Nos llama la atención que, con las crudas imágenes de violencia que han circulado en todos los medios, haya un centenar de hinchas chilenos detenidos y ningún agresor de la parcialidad local”, agregaron.

“Como Club siempre hemos condenado la violencia. Nuestra preocupación en estos momentos sigue enfocada en todas las personas que se vieron afectadas, en ayudar a que haya justicia y que la barbarie de Avellaneda no se produzca nunca más”, sentenciaron.