En el Giro de Italia no hay etapas de transición y, a pesar de que el perfil de una jornada parezca tranquilo, siempre hay emociones que hacen vibrar al público, celebrar a algunos ciclistas, pero a otros les llega la mala suerte y pierden todas sus posibilidades en una jornada "tranquila".

Este fue el caso de Mikel Landa, del Bahréin-Mérida, quien fue uno de los grandes animadores en la etapa pasada que terminó en montaña y se preveía que iba a ser uno de los candidatos fuertes para pelear por el podio y hacerle frente a Egan Bernal y Remco Evenepoel por la clasificación general.

A poco menos de 5 kilómetros para llegar al final de la jornarda de este miércoles, el ciclista español impactó contra uno de los operarios de policía que se encargan de señalizar el tráfico y evitar que los ciclistas se golpeen contra los obstáculos que hay en el camino y junto a él, otros dos ciclistas más cayeron al piso.

Landa se quedó en el piso y no pudo recuperarse para terminar la fracción por lo que tuvo que retirarse de la competencia. El primer reporte por parte del equipo fue que el español tuvo un problema en su clavícula y fue llevado al hospital para realizarse chequeos y ver la gravedad de su lesión.

Otro de los perjudicados del día fue el ruso Pavel Sivakov, del Team Ineos, quien a 16 kilómetros de la meta se enredó y tuvo una caída que lo alejo del pelotón y le hizo perder bastante tiempo, por lo cual la única carta para luchar por la general del equipo británico será Egan Bernal.