Tamaño natural, con un peso de 30 kilos y creada por más de 25 artesanos londinenses, los mismos que tienen la responsabilidad de recrear las estatuas más reales en el famoso Museo de Cera Madame Tussauds, funsado en el siglo XIX en Inglaterra. Así quedó inmortalizada en el Museo de la Selección Brasileña Marta Vieira da Silva.

Marta estuvo allí, sonriente y feliz mientras se recupera de la lesión que la dejó afuera de la Copa América (igualmente Brasil fue el campeón), acompañada por la entrenadora del equipo la sueca Pia Sundhage y el entrenador del equipo masculin Tite, junto a la comisión técnica.

"Hoy fue uno de los días más especiales de mi vida. Poder eternizar mi historia en la casa de nuestro fútbol. Esta historia no es solo mía, sino de todas esas personas que contribuyeron y que aún contribuyen en mi trayectoria", escribió en redes sociales Marta. En la inauguración, bromeó con la escultura: "Estoy bien bonita", dijo.

Para ella no fue sorpresa, hace un año que la misma estaba en construcción y ella participó de todo el proceso, colaborando con imágenes, eligiendo la postura final, también atenta a los detalles para intentar que su imagen fuera lo más fiel posible a su actualidad. 

Además de la estatua, la jugadora de 36 años recibió, de manos de Tite y Pia, una placa en honor a sus 20 años de servicios a la Selección. La primera convocatoria fue en 2002 y de allí hasta hoy se convirtió en la mayor artillera de la selección, entre hombres y mujeres, en convertir goles en Juegos Olímpicos y Mundiales.

La idea nació en el 2020, cuando se instaló en el mismo museo, en la sede de la Confederación brasileña de fútbol, la estatua de Pelé.

Pero tener la imagen de Marta allí, elegida seis veces como la mejor jugadora (del 2006 al 2010 y luego en 2018, año en el que también recibió el premio The Best), máxima goleadora histórica de la Selección, oro panamericano, dos veces plata olímpica, subcampeona del mundo en 2007 y uno de los personajes más revolucionarios del fútbol femenino, es un paso má que abre otra puerta. La de comenzar a sumar en dicho museo mucha más presencia femenina, teniendo en cuenta el recorrido de su selección y en particular de sus estrellas.