El Estadio Olímpico Lluís Companys ubicado en el distrito Sants-Montjuïc estaba quedando obsoleto luego de que el Espanyol en 2009 se mudó a su propia cancha (RCDE Stadium). Aún así, fue la solución más cercana que encontró el FC Barcelona para jugar sus partidos de local durante la temporada que se llevarán a cabo las reformas en el Camp Nou.
Pero claro, como el escenario fue quedando en el olvido, salvo algún que otro evento esporádico, había que aplicarle una serie de ajustes para que estuviera a la altura del primer equipo de la institución blaugrana, actual campeón de LaLiga de España, que en la campaña venidera disputará allí no solo los compromisos del ámbito local, sino también internacional, en principio, con la UEFA Champions League.
Al respecto, el FC Barcelona anunció que ya terminó con el 50 porciento de las obras destinadas para el Estadio Olímpico de Montjuic (son cuatro fases y ya cumplieron con dos). Hasta entonces, se modernizó la zona de ‘hospitality’, el palco, las tribuna de pupitres para la prensa, vestuario local y visitante, y el terreno de juego.
En esa línea, por normativa de LaLiga, el Culé también renovó el sistema de drenaje, de riego y de tratamiento del agua, adecuó la iluminación externa e interna, instaló los turnos de acceso a las puertas y las redes de telecomunicaciones. Por lo que, a casi 40 días del debut en el torneo vernáculo, de a poco va quedando acorde para estar habilitado.
Los próximos pasos consistirán en reponer las sillas de las gradas tanto del sector general como del VIP, cambiar el montaje de las porterías y de los banquillos, instalar la zona del VAR y las cámaras de tracking de fuera de juego, colocar las casitas de taquilla, de merchandising y de la Oficina de Atención al Barcelonista. Y por último, más cerca de la fecha del estreno en LaLiga 2023/2024, la plantación del césped definitivo del campo.
