Este fin de semana, el mundo fue testigo de un evento que quedó para la historia. El argentino Franco Tenaglia se consagró campeón del mundo del peso ligero de boxeo sin guantes en Bare Knuckle Fighting Championship, la empresa de la cual es propietario Conor McGregor. Se trata de una disciplina bestial, en la que las secuelas que quedan en el rostro son imposibles de camuflar, algo que se vio muy claro en el sudamericano.

Minutos después de imponerse ante Tony el Loco Soto, Tenaglia se presentó en conferencia de prensa acompañado de su cinturón y allí detalló sensaciones de lo vivido, pero lo cierto es que resultaba difícil mantener la atención sobre sus palabras al ver el estado en el que había quedado.

Al realizarse sin guantes, este tipo de boxeo propina mucho más daño en el rostro que el que estamos acostumbrados a ver con protección. Para Tenaglia y Soto fue una guerra en la que lanzaron golpes desde el primero hasta el último de los cinco rounds que duró el enfrentamiento.

Eso dejó con muchas heridas a ambos y, en el caso específico de Tenaglia, se pudieron percibir hematomas severos en sus ojos y en su boca. La visión le quedó muy afectada producto de la inflación que sufrieron sus pómulos, que parecían cerrarle los ojos. En cuanto a la boca, aunque los boxeadores usan bucal, Franco quedó muy lastimado al punto de no poder cerrarla e incluso con dificultades al hablar.

La impactante imagen del rostro de Franco Tenaglia tras ser campeón en boxeo sin guantes

Además, mientras escuchaba y respondía las distintas preguntas de los medios presentes, Tenaglia se quitaba de manera reiterada la sangre que caía de su nariz. En resumen, aunque en apenas unos días estará mejor y podrá disfrutar de su cinturón en plenitud física, la violencia que deja el boxeo sin guantes es incontrastable, pero ahí hay un punto para que el campeón elija este mundo como su estilo de vida.

“Lo que más me atrae del deporte es la peligrosidad que conlleva, el peligro que tiene cuando lo haces. Me gusta que las peleas sean violentas, me parece un deporte bastante agresivo y es lo que le está faltando a los deportes de contacto, que se están volviendo muy estratégicos y se olvidan de dar una buena pelea. Eso es lo que me atrae”, expresó.