La victoria de este sábado 26 de octubre de Ilia Topuria ante Max Holloway significó que el hispano-georgiano se consolide, aún más, como una de las máximas estrellas dentro de la UFC. Lo que hace muy atractivo a este personaje es que, pese a su espectacular aptitud para dar show cada vez que se presenta en el octágono, su personalidad es capaz de generar tantos fanáticos que lo amen como otros que lo quieran ver perder, pero su confianza en sí mismo no deja de darle frutos y en esta oportunidad volvió a dar una muestra de ello.
Al combate en Abu Dabi en el marco de UFC 308, Topuria llegó a hacer su primera defensa del cinturón del peso pluma ante un Holloway que prometía estar a la altura de las circunstancias. Aunque el enfrentamiento quedó para la historia, hubo un detalle que marca la clase de estrella que es Topuria y es que ¡ya sabía que iba a ganar! Sí, el monarca de las 145 libras se encargó de mostrarle a su equipo que un nuevo éxito era un hecho y que no debían dudar de él.
En unas imágenes que se compartieron post pelea, se pudo apreciar como Ilia les había regalado unos zapatos a los integrantes de su equipo que los mismos tenían grabado en la suela el 16-0, el récord con el que se iba a quedar si retenía su cinturón. El resto es historia…
Los zapatos que le regaló Ilia Topuria a su equipo antes de UFC 308
En una pelea más que complicada, como se esperaba, Topuria sacó a relucir su gran potencia y noqueó a alguien que jamás en su carrera había sido finalizado. En el tercer round, cuando parecía que el duelo se le empezaba a complicar, el hispano-georgiano sacó una derecha que acomodó la mandíbula de un Holloway que instantes después recibió un zurdazo letal del campeón, que completó con éxito la defensa de su título.
Lo que sigue ahora para Topuria es pensar en el 2025 y en quien será su próximo rival. La lista es muy amplia y por eso los próximos meses serán fundamentales para determinar cuales serán los pasos a seguir. Lo que está claro es que la confianza que tiene en sus capacidades lo vuelven, de a poco, en alguien que luce invencible y la expectativa erradica en ver durante cuanto tiempo podrá extender este dominio tan claro.