En la previa era la pelea favorita por muchos porque se sabía que Michael Chandler y Paddy Pimblett iban a dar un verdadero espectáculo. El inglés terminó noqueando al estadounidense en el UFC 314 que dejó una imagen muy impactante con el rostro completamente desfigurado de Chandler.

La historia se terminó en el tercer round y, si bien desde el comienzo Paddy marcaba el ritmo de las acciones, la realidad es que el daño se incrementó mucho más pasada la primera mitad de la contienda. Todo inició con un rodillazo letal de Pimblett al pómulo izquierdo de Chandler. A partir de allí, un corte espectacular en el rostro del norteamericano le generó una pérdida incesante de sangre que hizo todavía más brutal la historia.

Pimblett comenzó a castigar de manera incansable y el réferi detuvo el combate, pero la historia no quedó allí. La imagen de como quedó el rostro de Chandler comenzó a dar la vuelta al mundo y, una vez más, se instalaron las discusiones sobre la brutalidad que se vive dentro del octágono y la cantidad de golpes que pasan hasta que el árbitro le pone un alto a las acciones.

Así quedó Michael Chandler post nocaut vs. Paddy Pimblett

Chandler es muy querido por los fanáticos porque los tiene acostumbrados a dar este tipo de batallas, en las que va al frente sin importar quien tenga delante de sus ojos y recibe todo tipo de impactos sin dar un paso atrás. Claro, eso le genera ser siempre el más herido y esta vez no fue la excepción.

Como se puede ver en la imagen, el corte sobre su pómulo izquierdo es muy grande y eso le demandará unos cuantos días de recuperación hasta que cicatrice y le permita volver a entrenar sin que se le abra la herida. Eso sí, ya con 38 años y con tres derrotas de manera consecutiva, se comienza a poner en duda su futuro en el mejor octágono del mundo.

Nadie pondrá en duda la jerarquía de este luchador, pero transformarse en un objeto de atracción que solamente recibe y no estar ni cerca de salir con la mano en alto del octágono no es lo que más prefiere la UFC de sus luchadores. De esta manera, el tiempo dirá que tipo de oportunidad recibe en el futuro y que tan cerca se encuentra del retiro definitivo de un mundo al que le supo dar muchas alegrías.