La gloria está más cerca que nunca. Cruz Azul está a 90 minutos de acabar, de una vez por todas, con sus fantasmas con el orden como bandera y la contundencia de su lado. Luis Romo puso a soñar a los Cementeros con un gol en solitario que pone la novena a tiro de piedra. La cita será el domingo en el Estadio Azteca, la historia está a punto de cambiar y parece que es cuestión de tiempo.

La hora de que Cruz Azul empezara la batalla contra el último de sus fantasmas llegó esta noche en Torreón. La Máquina se presentó al juego de Ida de la Final del torneo Guard1anes 2021 con la certeza de que esta vez no podían fallar y para eso, tendrían que hacer valer sus condiciones en la cancha de un Santos que, si quería soñar con el campeonato, dependería mucho de lo que consiguiera en Torreón.

 

Tal como sucedió en sus anteriores series de Liguilla, los Cementeros fueron precavidos en campo rival, dieron prioridad al orden defensivo y por momentos cedieron la iniciativa a la espera de que vinieran contragolpes en donde explotara la velocidad de Jonathan Rodríguez, lo cual pudo suceder en un par de ocasiones, pero las atinadas intervenciones de Matheus Doria lo impidieron.

Del otro lado, disparos de media distancia de Gorriarán y Otero que pasaron cerca, pero nada más. Cruz Azul cerraba el ostión y los Guerreros no encontraban la forma de abrirlo. Mientras tanto, el Cabecita puso a temblar a toda la Comarca Lagunera con una chilena que se inventó dentro del área y forzó a Carlos Acevedo a volar para evitar el gol en contra.

 

 

Los de La Noria no se salían del plan de juego y llevaban a buen puerto sus intenciones, el cerrojo estaba sólido, por lo que a partir de ahí podrían buscar llevarse el botín completo. Para el complemento Santos buscó ser intenso, pero con poca idea al grado de diluirse con el correr de los minutos y abrirle la puerta a La Máquina, que encontró el momento para pitar con fuerza y no lo desaprovechó.

Luis Romo se inventó una jugada individual en la que salió entre tres defensas, parecía que perdía la pelota, pero los rebotes le favorecieron hasta el momento en que quedó frente a Acevedo y lo fusiló con potencia para abrir el marcador. ¡Cruz Azul se ponía en ventaja! La anotación fue un golpe contundente para Santos. La desesperación se notaba en unos Guerreros tan revolucionados como imprecisos que daban la impresión de no encontrar por donde acercarse a la igualada.

Los minutos transcurrían y la recta final se acercaba. Los Cementeros sentían el partido cada vez más en la bolsa conforme los minutos transcurrían. Cruz Azul lo hizo. Vino a Torreón a maniatar a Santos, aprovechar la suya y dejar la mesa servida para que el domingo en Santa Úrsula la fiesta se pinte de celeste.