Luego de un comienzo de temporada que rememoraba a las no tan viejas épocas en donde los Golden State Warriors eran la mejor dinastía de la National Basketball Association (NBA), la franquicia se encuentra en un momento complicado sin Stephen Curry en la cancha.

Desde el 16 de marzo que Steph no ve acción en el campo debido a una lesión. La tercera posición de la Conferencia Oeste ahora incluso corre peligro, ya que no ganan dos juegos en fila desde el 14 del mismo mes. Ahora, las derrotas parecen apilarse a un ritmo preocupante.

Este domingo volvieron a sufrir ese destino ante Washington Wizards por 123 a 115. A pesar de que el nivel de Jordan Poole sigue siendo fenomenal, el grupo no encuentra respuesta y se hunde sin Curry. Lo cual preocupa de más. ¿Qué pasa si no mejoran incluso cuando vuelva el base?

Uno de los culpables es Draymond Green. La franquicia no fue la misma desde su lesión del 9 de enero. A pesar de que volvió hace una semana, su juego no está realmente de vuelta, y es una de las razones por las que los Warriors no llegarán lejos en los Playoffs, a menos que vuelva su nivel.

 

El mal momento de los Warriors

El equipo de San Francisco, California, ha jugado siete encuentros desde que Curry se lesionó y comenzó a perderse partidos. En esos juegos tienen una marca perdedora de 1-6. Si Steph y Draymond no vuelven a ser los que los fans ya se acostumbraron a ver, GSW está en graves problemas.