Lentamente, mediante el paso de los partidos, todo indica que la relación entre los aficionados del Real Madrid y Gareth Bale se fue desgastando al punto tal de marchitarse.
Al presentar una postura indiferente, el atacante galés, a su vez, le marcó el terreno a los hinchas del conjunto Merengue, quienes silban al deportista cada vez que su rendimiento no es el esperado.
En diálogo con BT Sport, El Expreso de Cardiff habló sobre el foco de atención negativa que generó sobre su imagen y explicó: "Creo que la primera vez que me pitaron fue un poco un shock, sorprendente. Realmente no sabía cómo lidiar con eso. Pero a medida que fui teniendo más edad, sucedió una o dos veces más, y entiendes cómo manejarlo".
Haciendo referencia al cambio que generaron en él los pitidos en su contra, Gareth amplió: "Ahora sólo me encojo de hombros. De alguna manera, (el Santiago Bernabéu) es el mejor lugar para que te silben. Si no haces una buena actuación, lo entiendo".
Destacando que es importante y fundamental mantener la vara alta y el grado de exigencia en una posición de constante mejora, el artillero cerró: "Obviamente tengo que seguir trabajando duro y seguir demostrando a los aficionados lo que puedo hacer. Eventualmente, los pitidos se paran y sigues con tu carrera como siempre".
Cabe destacar que, pese a tener contrato hasta 2022, se especula que Bale buscará gestar su salida del equipo de la Liga Española en el próximo mercado de pases.
Un detalle no menor recae en la longevidad que tiene el galés en el Madrid: al tener 30 años y el respaldo de haberse mantenido en dicha institución por varias temporadas, el ex Tottenham tiene todas las condiciones necesarias para captar el interés de un sinfín de equipos en la ventana de trasnferencias que se avecina.