Después del empate en la Champions League, las dudas volvieron a inundar al Real Madrid. Hoy tenía que dar la cara en el Santiago Bernabéu.
Todo comenzó bien para el elenco de Zinedine Zidane porque a los 2 minutos ya se encontraba en ventaja gracias a un tanto de Karim Benzema.
Además, en el transcurso del partido llegaron dos golazos: primero Eden Hazard, quien debutó en el Merengue, y después Modric.
Sin embargo, el visitante, a puro esfuerzo, logró poner el partido 3-2 y la tensión se apoderó del estadio. Hasta que apareció él.
¿Quién? Sí, James Rodríguez, quien empujó un balón después de un centro atrás y salió a celebrarlo como loco.
Fue un buen triunfo del Madrid, más que complicado de lo que se pensaba, pero tres puntos fundamentales para seguir mirando a todos desde arriba en la Liga.