Uno de los futbolistas más ponderados por el hincha de Boca después del Superclásico fue Marcos Rojo. El defensor hizo valer toda su jerarquía, fue el líder de un equipo que jugó con el cuchillo entre los dientes y terminó siendo uno de los puntos más destacados en la victoria. Ni la expulsión en el último minuto tapó su gran actuación.

Lo paradójico es que, después de semejante partido, no se podrá volver a ver al ex-Manchester United usando la cinta de capitán este año. La tarjeta roja que le mostró Darío Herrera el domingo lo dejaríasuspendido al menos por dos fechas y además lo inhabilitará a volver a ocupar ese rol.

El reglamento es claro: “Cuando se suspende a capitán de equipo, el Tribunal de Disciplina Deportiva de la A.F.A., queda facultado para imponerle como accesoria la pena de inhabilitación para ejercer ese cargo”. Dicho castigo puede durar desde un mes hasta cinco años, pero lo habitual son dos meses.

De esta manera, teniendo en cuenta que el año deportivo para Boca terminará a principios de noviembre, Rojo no volverá a ser el capitán. El brazalete se lo repartirán entre Frank Fabra, Darío Benedetto yPol Fernández.