Boca ganó por la mínima ante Talleres en La Bombonera y dejó atrás una seguidilla de malos resultados en medio de unos días en los que el contexto extrafutbolístico tampoco acompañaba. Mientras Marcos Rojo, con la cinta de capitán,se convirtió en el héroe del encuentro para el Xeneize por haber sido el autor del gol de penal que le dio la tranquilidad de los tres puntos a Boca, el otro capitán -Carlos Izquierdoz-, vio el partido desde el palco.
Marginado del primer equipo por una lesión en su tobillo que lo hizo entrenar diferenciado toda la semana, pero con controversias por su anterior salida ante San Lorenzo en medio de los entredichos con el Consejo del Fútbol, Cali estuvo junto con el flamante refuezo de Boca-Martín Payero- sentado en uno de los palcos viendo lo que fue la victoria xeneize por 1 a 0, donde también se encontraban Diego González y Nicolás Figal (ambos lesionados).
Pese a que no estuvo en la cancha, Izquierdoz decidió seguir siendo un capitán fuera del campo de juego y por eso, una vez que finalizó el partido ante Talleres, el zaguero central bajó de la grada para dirigirse al vestuario y así felicitar a sus compañeros por la obtención de tres puntos más que necesarios en la fría noche de sábado en La Bombonera.
Su futuro en Boca parece estar marcado, ya que el propio jugador manifestó sus intenciones de marcharse y desde el club de la Ribera están dispuestos a que salga cinco meses antes de la culminación de su contrato por un resarcimiento económico. Por lo que en los próximos días podría resolverse de manera definitiva su salida.
Mientras tanto, Carlos Izquierdoz estuvo junto con sus compañeros y tuvo un gran gesto de liderazgo en el vestuario una vez que el pitazo de Pablo Dóvalo sentenció el final del encuentro ante Talleres en el Alberto J. Armando. ¿Habrá sido su última vez en La Bombonera siendo jugador de Boca?