Boca tiene una de las canteras más prolíferas del fútbol argentino. Todos quieren ponerse la camiseta xeneize, llegar a sus Inferiores persiguiendo el sueño de debutar en Primera. El camino no es fácil: jugar en la Primera es para pocos y el camino y la espera a veces se hace largo. Y allí es donde aparece una herramienta peligrosa y que pone en jaque a los clubes: la patria potestad.
El caso de Francisco Barido, quien con apenas 14 años y siendo jugador de la Séptima podría irse a Juventus, no sorprende, aunque preocupa. No es la primera vez, y probablemente no sea la última, que un juvenil decirse abandonar la institución utilizando este recurso.
Boca no es el único que lo sufre: en los últimos tiempos se conocieron los casos de Tiago Geralnik de River al Villarreal y también el de Matías Soulé en Vélez, quien también se fue a la Vecchia Signora con apenas 16 años (ahora juega en el Frosinone Calcio) o Gerónimo Spina, de Estudiantes.
Boca no tuvo demasiada suerte en sus reclamos en los últimos casos que sufrió en carne propia. El último, en diciembre del 2020, fue el de Santiago Ramos Mingo, quien emigró al Barcelona y aunque el club le pidió 17.400.000 euros por derechos de formación, el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) falló en contra del xeneize.
El jugador no tenía contrato con el club de la Ribera, no llegó a debutar, y por eso llegó al equipo catalán en condición de libre con 18 años.
¿Qué es la patria potestad?
A partir de los 16 años, un jugador de fútbol puede firmar su primer contrato profesional, pero en el caso de que el club no se lo ofrezca, puede estar sin ese vínculo hasta los 21 años. Allí es donde aparecen los padres o representantes, que pueden ejercer la responsabilidad parental, lo que antes se denominaba patria potestad.
¿Qué significa? Que pueden recurrir a la justicia para romper el vínculo (es decir, que el jugador está fichado en el club pero no cobrando remuneración o con contrato) y permitir que arregle con otra institución. Está reglamentado por el artículo 264 del Código Civil.
La negativa a darle la libertad al jugador vulnera además la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, la Constitución Nacional y el pacto internacional de derechos civiles. Por eso es que los clubes, ante estas situaciones, por lo general se encuentran en una situación sin retorno.
En muchos casos, porque resulta imposible ofrecerles contrato a todos los jugadores de 16 años y también porque muchas veces se encuentran con la negativa de las familias o de sus representantes de sellar el vínculo.
Los casos más famosos en Boca
Esta fuga de jugadores no es nueva y Boca ya lo sufrió en varias oportunidades. Si bien uno de los primeros casos conocidos en Argentina fue el de los hermanos Esteban y Nicolás Cambiasso, quienes se fueron al Real Madrid cuando eran juveniles de Argentinos Juniors, el primer caso en el Xeneize fue el de Fabricio Coloccini.
1.Fabricio Coloccini
El defensor, que surgió de Argentinos y había pasado a Boca junto con otros juveniles un par de años antes, debutó en Primera pero en el 2000 decidió irse a Italia. Su padre Osvaldo intimó al club para quedarse con el pase y se lo llevó al Milan.
2. Cristian Ledesma
No había debutado en Boca cuando decidió irse a Italia en el 2001, con apenas 18 años. Se fue al Lecce. Estuvo en ese club hasta el 2006 y luego se fue a Lazio. También fue citado para jugar en la Azzurra. Había pedido viajar a Puerto Madryn para visitar a su familia y nunca más volvió al club, al que había llegado con 14 años.
3. Oscar Trejo
Decían que era el sucesor de Carlos Tevez. Pero nunca llegó a demostrarlo. A los 18 años decidió irse de Boca y llegar al Mallorca. Había debutado en 2005 con Abel Alves como entrenador pero quedó relegado y prefirió irse. Años después confesó su arrepentimiento.
4. Fernando Forestieri
Volante ofensivo, dejó de entrenarse un día y apareció en el Genoa de la Serie B de Italia. Pese a las gestiones de Boca, jamás volvió. Y luego aceptó además las citaciones para sumarse a la selección de Italia, pese a que Hugo Tocalli lo quería con la camiseta argentina. “En Boca me trataron muy bien, pero cuando decidí irme no me entendieron y la relación se quebró. Me fui por la inseguridad que hay en el país”, dijo en 2006.
5. Martín Acevedo
Con apenas 12 años y siendo jugador xeneize, hizo una prueba en el Atlético Madrid. Zurdo, lo apodaron “el nuevo Messi”. En las Inferiores había jugado con Leo Paredes. Su último equipo fue el Deportivo Malvinas, en el Federal B. En el 2007 su salida fue mediatizada y hasta tapa de Olé.
6. Maxi Sepúlveda
Estaba señalado como el futuro Banega: le aseguraron que tras su salida al exterior él pasaría a Reserva para seguir su camino hacia Primera. Pero sus representantes le llevaron al padre un interés del Racing de Santander en 2007 y por eso se fue. Aún no tenía contrato, hubo reunión con el club pero decidió viajar y en principio no le dieron el pase. Estuvo un año sin jugar. Se retiró cerca de los 30 años.
7. Sebastián Nayar
Volante central de gran porte debutó en Boca con 21 años en 2008, con Carlos Ischia como entrenador. Pasaron pocos días de aquella primera vez feliz cuando decidió marcharse al Recreativo Huelva. El club reclamó que había contrato y los españoles aseguraron que la firma del víncuo era falsa. La novela terminó cuando el TAS falló a favor de Boca: debieron pagarle 1 millón de euros más el 30% de una venta futura.
8. Leo Suárez
Debutó en Primera División en 2014 pero con seis meses de contrato vigente decidió irse como libre. En una entrevista y pese a que se dijo que se fue por la patria potestad al Villarreal de España, él asegura que le compraron el pase. Tenía 18 años y había llegado al club a los 7. Hoy juega en México.
9. Santiago Ramos Mingo
Apenas asumió Ameal se encontró con la primera mala noticia, aunque el jugador había dicho que lo tenía decidido desde antes. El defensor cordobés se fue a España, donde jugaba también su hermano Franco. Debió esperar a cumplir 18 y ahí armó las valijas. No llegó a debutar y apenas apareció una vez en la planilla por Libertadores, con Alfaro como DT. Fue en enero del 2020.