Boca empieza la semana previa al Superclásico con el ánimo por las nubes. La agónica y vital victoria en La Plata le dio un innegable plus anímico al equipo, que ya empieza a pensar en River, partido donde puede asegurar su clasificación a la Copa Libertadores. Y bajo ese panorama positivo, la figura que parece ilusionar a toda la Bombonera con su nivel superlativo es Exequiel Zeballos.

Ante Estudiantes, el Changuito volvió a ratificar su gran momento. No solo fue la figura del encuentro, sino que convirtió el primer gol del partido, sumando su segundo tanto en apenas tres encuentros, además de una reciente asistencia frente a Barracas Central. Su rendimiento sostenido lo convirtió inesperadamente en el arma más afilada de Boca en las últimas semanas. Y la fórmula a ello puede encontrarse en dos factores.

El primero de todos lo confesó el propio delantero y se trata de la contención psicológica. “Le tengo que agradecer al cinco (Paredes) que me dio mucha confianza, me da mucho cariño, que era lo que necesitaba“, expresó, refiriéndose al importante rol oculto que ocupó el capitán de Boca en la subida de nivel de la nueva figura del equipo.

Sin embargo, el brillante nivel que está exhibiendo el Changuito en el campo de juego podría no ser una simple casualidad ligada únicamente al apoyo anímico. Es que, en segundo lugar, detrás del futbolista confiado y desequilibrante, existe un trabajo silencioso y metódico que podría ser la verdadera base de su resurrección futbolística.

Zeballos celebra su gol ante Estudiantes de La Plata (@javierphotogramma).

El trabajo silencioso de Zeballos

Mientras alternaba titularidades con suplencias, lidiaba con altibajos en su nivel y se recuperaba de lesiones musculares que minaron su confianza a lo largo del año, el Chango tomó una decisión clave: enfocarse en mejorar el aspecto físico de manera privada. Fue así que el jugador puso un fuerte hincapié en la mejora de su performance corporal.

Así, en paralelo a los entrenamientos grupales del plantel, el Changuito estuvo realizando un trabajo especial y diferenciado, en doble turno, con un enfoque específico en lo físico, según comentó Planeta Boca Juniors. Este esfuerzo adicional, que cuenta con el visto bueno de los preparadores físicos del cuerpo técnico, muestra una dedicación que excede lo requerido profesionalmente.

Los resultados de esta disciplina física son visibles en cada partido. En la asistencia que dio a Merentiel contra Barracas, por ejemplo, Zeballos comandó un contrataque donde demostró su fuerza, venciendo en forcejeos físicos a sus marcadores. De igual forma, en el penal que le cometieron ante Estudiantes, el desequilibrio se produjo tras ganar una disputa física clave que le permitió ingresar al área. Se lo ve mejor plantado y ganando duelos.

El Changuito está disfrutando ahora de la confluencia de factores: la confianza visiblemente mejorada en su juego, las cosas saliéndole a nivel futbolístico, y una mejoría física trabajada en secreto. Una tríada que lo convierte, y con razón, en la principal carta de ilusión de Boca para el próximo Superclásico.

DATOS CLAVES

  • Exequiel Zeballos convirtió su segundo gol en tres partidos en la victoria ante Estudiantes en La Plata.
  • El jugador mencionó que el capitán, Paredes, le dio la contención psicológica que necesitaba.
  • Zeballos realizó un trabajo físico especial privado y doble turno para mejorar su rendimiento.