El Torneo Clausura 2025 tendrá dos clásicos en semifinales y uno de ellos será entre Boca y Racing. Tras eliminar a Argentinos, el Xeneize conoció a su rival recién en la madrugada del martes, cuando la Academia logró imponerse en los penales ante Tigre en Avellaneda.
Más allá de tratarse de dos equipos con buen presente, el equipo dirigido por Claudio Úbeda llegará con ventaja al cruce en La Bombonera. Una combinación de factores hace que el conjunto de la Ribera llegue mejor parado al enfrentamiento del fin de semana.
La localía
Como en los partidos anteriores, Boca volverá a jugar en el Alberto J. Armando, donde acumula cuatro victorias al hilo, con 7 goles a favor y ninguno en contra. El Xeneize logró hacerse fuerte de local desde el Superclásico y contar con su público será clave ante la Academia.
El equipo de Úbeda se ganó este beneficio luego de haber finalizado en el primer puesto de la zona A. Racing, por su parte, terminó tercero y es por eso que deberá jugar de visitante esta instancia.
Mayor desgaste físico
El año deportivo de Racing fue mucho más largo que el de Boca. Con su participación en la Copa Libertadores y un mejor desempeño en la Copa Argentina, los de Costas acumulan 53 partidos disputados contra 43 del equipo de la Ribera. Una cantidad de partidos muy superior.
Como si fuera poco, los de Avellaneda llegarán a La Bombonera con un día menos de descanso y luego de haber jugado una prórroga, algo que el conjunto azul y oro no debió atravesar en ninguna de las instancias del certamen.
Racing, con muchas bajas
Las lesiones son la principal consecuencia del ajustado calendario para la Academia. Ante Tigre, Costas debió prescindir de los servicios de muchos jugadores por cuestiones físicas (algunos pueden recuperarse y llegar con lo justo al clásico) y, como si no fuera suficiente, se le sumaron las expulsiones a Martirena y Sosa.
Por su parte, Boca logró consolidar un 11 de memoria y Úbeda pudo repetirlo en casi todos los partidos. Sin ir más lejos, ante Argentinos (30 de noviembre) presentó la misma formación con la que jugó el Superclásico (9 de noviembre). Un lujo que no muchos equipos se pueden dar.
