Kevin Mac Allister surgió de Argentinos Juniors y ahora es figura en el Royale Union Saint-Gilloise. En charla con Bolavip, el defensor de 27 años habló de todo, recordó su breve paso por Boca, contó sus planes a futuro y cómo son las charlas futboleras con su familia.
En su etapa en Argentina, además pasó por Boca, en donde fue dirigido por Gustavo Alfaro, mientras que en el Bicho tuvo a Gabriel Heinze y Gabriel Milito. Ahora, es uno de los líderes de su equipo en Bélgica, a punto tal de que lució la cinta de capitán, y ya ha sumado sus primeros títulos como profesional.
El breve paso de Kevin por Boca
-Se habla de que Gabriel Milito es el que más le gusta a Riquelme, Heinze siempre suena. No habrá sido lo más feliz de tu carrera el paso por Boca, pero pudiste estar de adentro y lo conocés, ¿los ves a ellos en Boca?
-Sí, yo creo que sí. Creo que son dos técnicos jóvenes que tienen un montón de ideas y están muy preparados para el desafío que les toque agarrar. Obviamente sabemos que Boca por ahí con eso no alcanza, pero creo que lo bueno que también tienen ellos es que han estado en atmósferas muy grandes como Barcelona, Manchester United y creo que por ahí pueden lidiar un poco con todo eso. Obviamente no puedo hablar mucho del Mundo Boca porque solo me ha tocado estar un año ahí, aunque fue un año para mí increíble. Haber estado ahí, haber compartido con los compañeros que tuve, ver a mi hermano cumplir su sueño, que era jugar en Boca. Fueron un montón de emociones que más allá de que no me tocó estar dentro de la cancha, cada día que llegaba al predio era feliz. Sé lo que significa Boca como club, y sé lo que significa en el país y mundialmente, así que ojalá que algún día a Gabriel Milito o a Heinze les toque estar ahí porque a mi parecer creo que pueden estar preparados para dirigir a Boca.
-¿Fue quizás una decisión desacertada haber ido a Boca en ese momento? ¿O no?
-No, no creo. Creo que si hoy me lo volverías a plantear y yo con la misma edad y en mi mismo momento hubiera vuelto a decir que sí, sabiendo todo lo que iba a pasar después. Porque uno también era joven y creo que para la edad que tenía yo, 21 años, pisar ese vestuario, ver lo que hacían grandes jugadores, ver cómo entrenaban, qué comían, qué hacían después, antes. Para mí fue un aprendizaje tremendo. Y obviamente vivir un poco desde dentro, lo que era el Mundo Boca. Creo que nunca voy a volver a estar en un estadio tan lleno como la Bombonera, la semifinal con River, que casualmente fue el único partido que fui al banco el segundo semestre. Si hoy estoy acá con este presente en Bélgica y también el presente que tuve en Argentinos también es gracias a ese año en Boca que por ahí creo que mientras más va pasando el tiempo uno lo va tomando más positivamente porque uno sabe todo lo que aprendió y también a veces sufrir te forja un poco el carácter así que en ese sentido también fue algo fue algo importante para mi carrera.
-¿Y qué recuerdos tenés de Alfaro? Porque vos llegas para competir de alguna manera para competir con Buffarini, pero el que termina jugando la mayor cantidad de partidos es Chelo Weigandt. ¿Alfaro en algún momento te dio explicaciones de por qué no jugabas?
-No, yo creo que si uno no pide explicaciones cuando juega, no tiene que pedir explicaciones cuando no juega. Creo que es algo que nunca me gustó hablar con un técnico, salvo que el técnico se acerque. Creo que un jugador ir hablar con un técnico para algunos le sirve, en mi caso no creo que sea importante. Obviamente que llegué con muchas ilusiones, sabía que Buffa ya se estaba sentando en Boca y la verdad que hace años también lo hizo muy bien. Apenas llegué y lo vi a Chelo, dije, “ojo, que este también anda bien”. Con Gustavo siempre la mejor relación, siempre cuando podíamos charlar un poco charlábamos y la realidad que yo también estaba ahí para ayudar al equipo y era mi único objetivo. Sabía que por ahí ya ha llegado un momento que Chelo empezó a jugar sabía que ya iba a ser difícil para mí hasta ir al banco porque recordemos también que era una época donde solo había seis jugadores en el banco y vos tenías jugadores que podían ir al banco como Fabra, como Goltz, Campuzano, Wancho, Mauro, Carlos, Pipa que a veces rotaban. También hasta era difícil meterse en el banco. Obviamente llegué con muchas ilusiones, pero a medida que fue pasando traté de entender mi rol dentro del grupo, que era tratar de entrenar todos los días a full, tratar de ayudar a mis compañeros, de si había algunos más chicos que yo y ayudarlos con algunos errores también, me tocó ir a jugar a Reserva dos o tres partidos con muchos de los chicos que después les tocó jugar en Primera. Así que en ese sentido, la verdad que no guardo rencor y hasta creo que siempre lo más importante es tener autocrítica y quizás yo no estaba preparado, por ahí no pude mostrar mi mejor versión ese año y bueno, se dio así.
-¿Y te quedó esa espinita de volver a jugar en Boca o no te lo planteás?
-Hoy lo veo difícil, lo veo difícil porque sabemos lo que es Boca y sabemos el alcance que tiene Boca en cuanto a los jugadores. Obviamente me quedó esa pinita de decir, bueno, estuve en Boca y no pude jugar mucho. Pero siendo sincero, no pienso mucho en eso. Siempre le deseo lo mejor al club porque ese es también el cariño que tienen mi hermano y mi papá y muchos miembros de la familia por el club que quieren que le vaya bien. L a realidad es que no pienso mucho en eso. Mis ojos hoy en Argentina están solamente para Argentinos que es el club que me formó, el club que yo quiero y del que soy hincha. Obviamente Boca fue un lindo capítulo, pero hoy veo difícil de que haya una segunda parte.
-Ahora Alfaro se sienta en la conferencia y de repente te habla de Cortázar, Borges, cita a Platón… ¿Les hablaba en el vestuario de repente de filosofía y de todos los escritores estos?
-Sí, Gustavo era un poco de utilizar esas palabras, viste que en el fútbol no estamos muy acostumbrados, a veces tiraba alguna que otra y nos miraba contra nosotros como diciendo… Que explique por favor, que desarrolle porque no la vamos a entender. Pero sí, Gustavo, en cuanto al vocabulario, creo que es palabra mayor en el fútbol. Y sí, por decirte alguna, creo que una vez dijo, “Nosotros tenemos que ser magnánimos en la victoria”. Y nos miramos entre todos como diciendo ¿de qué está hablando?. Y obviamente después desarrolló y todo dijimos, “Ah, bueno, sí, sí” .
-¿Cómo fue llegar a un vestuario en ese momento de un Boca abatido? Porque venía de lo que había pasado en Madrid.
-No era fácil agarrar en ese momento y Gustavo tuvo la valentía y había un grupo de jugadores que lo veías entrenar todos los días y ir al club con esa sed de revancha, por así decirlo, porque el fútbol siempre da la revancha. Se los veía con mucha hambre ya desde el primer día. Y creo que eso fue algo, una buena sensación. Obviamente el Mundo Boca estaba, como vos decís, un poco sentido por todo lo que había pasado el fin del año anterior. Pero creo que el grupo de jugadores con el que me tocó compartir tenía esa sed y vos veías que a cada cancha que iban, iban con la confianza de que lo iban a lograr y creo que fue un año más allá de que justo ese año solo nos toca ganar Supercopa, nos quedamos en semifinales de Libertadores y bueno, el torneo terminaba el año que viene, que termina logrando Boca el torneo con Russo. Creo que ese grupo de jugadores tuvo la valentía para quedarse en el club y acomodar de cierta manera las cosas y creo que fue un positivo para el club después de todo lo había pasado.
Su presente en Bélgica
-¿Cómo la vas llevando este tiempo importante en el fútbol europeo?
-Estoy bastante feliz acá. La verdad que superó las expectativas de todo lo había pensado al principio, más que nada porque es mi primera vez en el exterior en Europa. Obviamente llega con todo un montón de recuerdos en la espalda, pero también con muchos miedos, ¿no? Nuevo idioma, nuevo país, nuevos compañeros, y algo que por ahí cambia mucho de Argentina con acá es que acá tenés compañeros de todos lados del mundo. Yo juego con gente de Senegal, Canadá, Japón. Todo eso fue una experiencia muy linda desde que me tocó llegar. La verdad que estoy muy bien, estoy feliz. El país es lindo, es tranquilo. La Liga es importante, es intensa. Hay muchos jugadores que vienen acá a hacer sus primeras armas en Europa y después tratan de saltar a otro lado. En ese sentido la liga se hace muy competitiva.
-¿Y qué tipo de clubes? Para trazar un paralelismo con el fútbol argentino.
-En ese sentido, me sería difícil. El club es un club que desde que se fundó hasta los años 1930-1940 fue un club muy fuerte acá en Bélgica. Salió campeón muchas veces, le tocó ganar Copas, Ligas y era un club muy fuerte. Después tuvo un bache, pero hace cinco años arrancó un proyecto, es un club que hace cinco años estaba en Tercera División, que había pasado por muchos malos momentos y de a poquito se fue encarrilando.
-¿Cómo fue llegar de repente con un apellido pesadito, no? Porque fue prácticamente apenas culminado el Mundial.
-Sí, fue seis meses después del Mundial.
-¿Y qué te hablaban los compañeros? ¿Te preguntaban por Messi, Maradona o Alexis?
-Sí, obviamente estaba un poco el apellido y también la nacionalidad porque Argentina venía de ser campeón del mundo. Creo que eso que logró la Selección nos abrió la puerta a un montón de argentinos para poder venir a Europa y a otros mercados. Yo lo primero que le dije es, “Muchachos yo no puedo patear como mi hermano, no puedo jugar como mi hermano pero quédense tranquilos que yo me voy a tirar de cabeza por ustedes”.
-El otro día te compararon con Messi en una jugada viral…
-Sí, sí, bueno, lo primero que hice el otro día cuando llegué al club, lo agarré al que había hecho el video y le dije, “Me encanta, pero me parece que le faltaste un poquito el respeto a Messi para poner un video mío y poner ese relato”. Y él se reía. Porque le digo, “¿Vos sabés cuál es el relato ese, no?”. Era el del famoso gol al Getafe. Me dijo que era fan de Messi así que quedó todo entre risas. Ahora en el entrenamiento la agarro y me dicen, “Encara a Messi”.
-Bueno, lograron dos títulos en este corto tiempo que llevás ahí.
-Creo que el club no salía campeón hace 80, 90 años de la Copa, así que fue como un desahogo grupal también porque el proyecto venía marchando pero el club siempre se quedaba ahí en la puerta de lo que era el título. El año pasado lo pudimos lograr, también nos quedamos muy cerca de la Liga, quedamos segundos a un punto del primero. Y bueno, este año nos tocó arrancar el año jugando Supercopa contra Brujas, nos tocó ganar, así que fue otro título logrado. Esta es una Liga muy difícil porque tiene un formato medio extraño de que son 16 equipos, pero cuando termina una fase regular de jugar todos contra todos se arma otro campeonato de que son seis equipos y ahí jugás diez partidos más contra los cinco mejores equipos del torneo contándote a vos.
Su etapa en Argentinos Juniors y el deseo de volver
-La otra vez lo escuchaba tu viejo en una linda nota que dio y decía que Argentinos Juniors es una forma de vida, ¿Qué es Argentino Juniors para vos?
-Sí, Argentinos, más allá de todo lo que es el fútbol en sí, creo que fue como una escuela también para la vida. Yo siempre digo que yo agradezco al fútbol y no por poder vivir de esto, sino por cómo a uno le va abriendo los ojos también en cuanto a las enseñanzas que le va dejando, en cuanto a la gente que te vas cruzando. Lo más lindo del fútbol era también vincularse con gente que si no fuera por el deporte no podrías ver nunca. Cuando nosotros entrenábamos en Argentinos había una combi que llegaba desde cada punto cardinal. Nosotros que vivíamos en Devoto nos cruzábamos con el de Lomas de Zamora y con el de Ezeiza. Todos con distintas realidades. Eso es lo que siempre agradezco y lo más lindo que me dejó el fútbol. Porque bueno, ahí a veces uno, por un buen pasar económico, como que vive en una burbuja. Y creo que el club en ese sentido fue como que rompió la burbuja y te enseñó que hay un montón de realidades, que hay un montón de sentimientos.
-¿A vos te hace debutar el Gringo Heinze?
-No, yo debuté seis meses antes de que llegue él con Carlos Mayor, un partido en La Plata. Al equipo le costó el arranque y después cuando pudimos enganchar un poco nos llegamos y nos tocó descender en la primera experiencia para muchos en primera división. que fue un arranque duro. Después, con la llegada de Heinze todo sale bien.
-¿Y qué es lo que más te marcó de Gabriel Heinze?
-Ojalá que vuelva a dirigir porque tiene mucho para dar. Siempre trato de quedarme con lo que es más allá de lo futbolístico, porque en lo futbolístico también me enseñó un montón. Llegó el momento en que todos éramos muy chicos y la verdad que nos abrió los ojos con muchas cosas. Bueno, mí me tocaba a veces jugar de carrilero en una línea de tres, que creo que hasta el día de hoy he jugado unas o dos veces siendo joven. Pero creo que más que nada lo que nos enseñó a todos fue el respeto por la profesión. Era un tipo muy correcto, con un carácter muy fuerte. Y la verdad que por momentos éramos como máquinas. Estaba muy al tanto de todo y también fue alguien importante. A mí me toca lesionarme los segundos seis meses con él, de la rodilla, mi segunda operación. Y él que ya había pasado por ese momento y creo que justo antes de un Mundial, siempre estuvo ahí para aconsejarme, también para decirme, “Mirá que ahora sos solo vos, los kinesiólogos, tu familia y nadie más”. Y creo que todas esas cosas que te va marcando y te va ayudando. Creo que generamos una gran relación. Al principio estábamos medio ahí porque yo también no sabía si me quedaba me iba, pero creo que al final del camino generamos una linda relación y cada vez que nos cruzamos en una cancha siempre es con una sonrisa y un abrazo.
-Tuviste entrenadores que te han marcado, como Gabriel Milito. Y de alguna manera, imagino que tuvo varias similitudes con Heinze.
-Una vez nos enfrentamos, Argentinos y Newell’s y cada uno dirigiendo, Heinze y Milito. Terminó el partido y creo que se quedaron como 10 o 15 minutos hablando y seguramente que ninguno preguntó por la esposa del otro, seguramente estaban hablando de fútbol. Son dos tipos recontra apasionados por lo que hacen y obviamente yo soy un agradecido también porque ellos fueron defensores centrales, bastante completos así que uno, más allá de todo lo que hablaba en general, siempre trataba de aprovechar y tener ese consejo extra para lo que venía el futuro. Obviamente con Gabriel Milito fue algo distinto, Porque creo que pude jugar con continuidad, sin lesionarme, y creo que él también fue el primer técnico que yo tuve y que confió en mí para ser un jugador titular. Y obviamente eso se lo agradeceré siempre porque me permitió también demostrarme a mí mismo que yo podía hacerlo. Mi pico de rendimiento hasta ahora, lo que ha sido mi carrera, fue con él, sin dudas.
-Eso intuyo que te ayudó mucho también a ser el jugador que sos porque esa versatilidad. En ese Argentinos de Milito hasta hiciste goles, cualidad que tenía tu viejo, y vos también fuiste incorporando todo eso, te hiciste un jugador más completo.
-Sí, digamos que también lo que él hizo me permitió a mí equivocarme dentro de la cancha y sentir que iba a seguir jugando igual porque uno va aprendiendo mientras se va equivocando. Creo que yo en todo momento sentí su respaldo. También antes de que él venga, yo tenía un convencimiento muy grande porque sabía que utilizaba mucho la línea de tres. Y yo, como vos habías dicho, había jugado de lateral derecho, también de lateral izquierdo. Pero siempre creía que la línea de tres podía ser algo que me abra muchas puertas. Y bueno, terminó pasando, apenas llegó. Por momentos línea de cuatro, por momentos línea de tres, él siempre dándome un rol más o menos parecido en cuanto más allá de los números. Y sí, pude empezar a hacer goles, que era algo que también sentía que le podía dar un plus a mi carrera y me tocó un montón de cosas. Ser capitán, jugar dos Libertadores con Argentinos, pasar siempre los grupos. Para mí, ese trayecto con Gabriel fue lo máximo para mí.
-Dijiste recién que tenés ojos solo para Argentinos, acá en Argentina. ¿Cómo ves al equipo?
-Sí, trato de seguir los partidos, a veces es difícil por el horario. Me pone contento por el club también porque el año pasado había sido un año difícil, por ahí de transición y este año la verdad que el arranque que han tenido fue espectacular. Por ahí con un técnico que nadie tenía en mente y hasta los hinchas, como que estaban medio negados y creo que con trabajo, también muchos chicos que por ahí todos pensaron que se iban a ir, se terminaron quedando como Molina, como Godoy, que lo vienen haciendo muy bien. Y bueno, creo que eso es lo lindo del fútbol. Todo lo que está logrando el club tampoco es casualidad porque vienen trabajando hace mucho tiempo con un predio, con una infraestructura, teniendo una línea más o menos. Y creo que Nico Diez, al ser por ahí del riñón del club, creo que fue la persona indicada a hora de elegir. Hay que darle la derecha a la dirigencia y a toda la gente que trabaja porque por ahí muchos, como dije antes, no lo tenían en los planes. Creo que el equipo está bien y ojalá que les toque ir hasta el final.
-Y a tus 27 años, por supuesto me imagino que debés tener posibilidades de seguir allá en Europa. Sé que tenés algunas cosas también como para seguir dando pasos para adelante. ¿En algún momento también te planteas la chance de quizás terminar dentro de algunos años tu carrera de vuelta en el bicho?.
-Sí, en cuanto a terminar, obvio. En la realidad me encanta el fútbol de acá y me encanta la vida, pero también extraño un poco eso del ambiente. Argentinos era como mi casa. Hay veces que llegás al club acá y lo único que quieres escuchar es un poquito de cumbia, que alguien te dé un mate y charlar un poco. Así que obviamente que eso se extraña mucho y obviamente es algo que tengo en mente. No sé si en un año, en dos años o en cinco. Cuando toque volver al país, hacerlo en Argentinos. Y en cuanto a lo otro, la realidad es que estoy muy tranquilo. Estoy disfrutando mucho lo que es este año en el club. Y después veremos, lo que viene, pero trato de enfocarme mucho en el día a día y trato de disfrutarlo porque también sé que en algún momento esto se va terminar, aunque falte mucho.
Los consejos a Alexis y las charlas en familia
-Llegaron a compartir, jugar con Alexis y con Francis, en Argentinos, ¿no?
-Es la foto que le muestro a todos mis compañeros acá y que un poco no lo pueden creer. Pero sí, para nosotros, ahora hemos compartido creo que un año entero juntos y fue espectacular. Era difícil a veces para salir de casa, quién entraba al baño, quién primero, quién segundo. Y a la mañana somos un poco que no hablamos mucho, así que no volaba una mosca en el auto. Pero bueno, la pasábamos bien. Obviamente uno por ahí en el momento no se da cuenta de lo que va logrando, de que tres hermanos juntos puedan compartir cancha y lo que significa también para nosotros Argentinos como familia, de que mi tío también estuvo ahí, mi papá también estuvo ahí, así que para nosotros fue seguir escribiendo páginas en la historia de MacAllister y ojalá que se puedan seguir escribiendo. Pero sí, por ahí cuando termina la carrera y nos sentemos todos tranquilos nos daremos cuenta realmente de lo que logramos.
-Y quizás se pueda volver a repetir, ¿por qué no?
-Ojalá. Creo que sería algo muy lindo para el cierre de los tres. Pero como te digo, hay muchos factores que determina si ocurrirá o no, pero bueno, en La Pampa seguramente habrá que hablar con el presidente y con el técnico a ver si nos quieren a los tres. Podemos meter algún primo también que está jugando, así que bueno, si te digo que si armamos el equipo familiar llegamos a 11 tranquilamente.
–¿Cómo es compartir plantel entre ustedes? Porque de repente hay uno de los tres que es de elite mundial y que por ahora hasta se ve que no tiene techo. ¿Cómo es eso en la relación entre los hermanos con un papá que está también muy cercano a cada uno de ustedes con sus carreras? ¿Cómo se lleva?
-Al principio de la carrera siempre fue así, viste, como que estábamos los tres y uno empezó a jugar y el otro no jugaba tanto. Después Alexis tomó algunos metros de distancia. Para nosotros es increíble todo lo que va logrando y nunca deja de sorprendernos. Creo que él nos regaló la mayor vivencia que puede tener alguien que ama el fútbol, que ver a su país campeón en primera fila y con él adentro. Mucho más no le podemos pedir y nos pone muy contento. Y después, en lo general, somos muy unidos, charlamos mucho entre todos, nos corregimos entre todos, todos opinamos del partido del otro y creo que eso es algo muy bueno. Y obviamente, que tanto Francis como yo tomamos a Alexis como un estímulo.
-¿A Alexis qué se le critica por ejemplo?
-Que se puso una media más larga que la otra, ja. Es difícil corregirle algo a Alexis. No hay mucho para decir. Yo siempre le digo, papá, siempre antes de cada partido dice, “Bueno, ahora toca sufrir”. Yo le digo, “hijo de puta, vos sufrís con nosotros pero cuando juega Liverpool te prendes un pucho y disfrutás”.
-Viste cuando dicen que me gustaría verlo Messi o a Mbappé ahora Yamal, en la cancha de Instituto, en cancha de Patronato. ¿Vos decís que a Alexis va a la cancha de instituto y la pasa mal o la rompe toda?
-Primero que nada, creo que Francis lo iría a justiciar rápido porque siempre está en esas bromas. no, creo que Alexis es un jugador que lo mejor que tiene es que se adapta muy fácil al contexto, a lo que tiene que hacer, a lo que necesita el equipo y creo que esa es una de sus más grandes virtudes. Por ahí hay jugadores que sí, solo saben jugar de un estilo. Entonces, en canchas más chiquitas o con rivales más duros o árbitros más permisivos se les complica. Creo que no sería el caso de él.
-Bueno, nos ilusionamos, ¿no? ¿Qué te dice? ¿Qué les dice él de la Selección?
-Todavía falta mucho para el Mundial, pero como decís vos, cada vez que uno ve jugar a la selección parecería que todo es muy fácil. Pero bueno, creo que tiene demasiados jugadores inteligentes como para sobrellevar cualquier obstáculo. Cuando tenés jugadores como Ale, como Enzo, como De Pol, jugadores como Julián y te podría nombrar casi a los 11 o hasta los 23 que les toca ir ahí. Creo que hacen parecer todo muy sencillo porque para ellos por ahí con la capacidad que tienen es sencillo y uno solo se sienta a disfrutar. La realidad es que Ale también cada vez que va, como muchos de los chicos dicen cuando van a la Selección, solo trata de disfrutar el momento, estar con sus colegas, vivir un poco ese ambiente argentino y creo que la unión del grupo y la cohesión que hay en el grupo también es algo muy importante para lograr todo lo que se ha logrado. Y también suplir algunas ausencias como decía vos, de Di María, de Messi en su momento Agüero cuando jugó jugar. Cuando hay un grupo fuerte detrás se puede se puede adaptar a todas las circunstancias.
