En el Decathlon Arena – Stade Pierre-Mauroy, por el partido de revancha de los cuartos de final de la UEFA Conference League, el Aston Villa, que contaba con el Dibu Martínez como titular, visitaba al LOSC Lille con el objetivo de sumar por lo menos un empate que le permita hacer valer el triunfo de la ida.
Con el partido ya 1 a 0 a favor del elenco francés, que se puso en ventaja a través del turco Yusuf Yazici, el arquero argentino tuvo una aparición importante que al principio generó preocupación, ya que tuvo que pedir el rápido ingreso de los médicos para que lo atiendan.
A los 24 minutos de la primera mitad, Yazici envió un centro cerrado al primer palo donde apareció Benjamin André para peinarla y se encontró con una buena respuesta del Dibu, que quedó a mitad de camino, por lo que terminó sacando despejando el remate con su rostro.
Una vez que finalizó la jugada, el arquero argentino inmediatamente se tiró al piso agarrándose la cara, por lo que inmediatamente el árbitro del encuentro, Ivan Kruzliak, paró el partido para que ingresen los médicos a atenderlo. Al principio, este llamado a los doctores generó preocupación, ya que lo agarraban del pecho a Martínez, pero finalmente era para calmarlo por el fuerte pelotazo que recibió.
Minutos después de este llamado a los médicos, el Dibu recibió la tarjeta amarilla, ya que el árbitro Kruzliak lo advirtió por hacer tiempo, ya que el Aston Villa estaba sufriendo las embestidas el Lille, que buscaba un segundo gol para quedar arriba en el marcador global de la serie.
Los hinchas del Lille fueron hostiles con el Dibu Martínez
Desde el primer minuto del partido, los hinchas del elenco francés recibieron de manera hostil al arquero argentino, ya que tal como lo considera el medio Get French Football News, es el “enemigo público número 1 de Francia”.
Es por eso que en cada pelota que tocaba el argentino, todo el público presente en el estadio les hacía sentir el rigor con una fuerte silbatina. Por su parte, el Dibu no les hizo caso, y siguió jugando de la misma manera, ya que está acostumbrado a jugar en contextos adversos.