Francisco Manuel Durán Vázquez, mejor conocido como Francis Durán, era uno de los futbolistas más prometedores del fútbol español a finales de la primera década de este siglo. Incluso llegó a ser fichado por Rafa Benítez en el Liverpool, pero su carrera se desplomó por completo a causa de las lesiones y hoy vende tabaco para sobrevivir.
“Mi historia es un poco triste“, reconoce el propio Durán en una entrevista con el portal Relevo, donde explica lo buenos que fueron sus años como juvenil, y lo rápido que todo se tornó oscuro.
Francis estaba llamado a hacer historia, en su adolescencia era una fija en los combinados juveniles de España, con destacadas actuaciones en torneos internacionales y hasta la convocatoria para un Mundial Sub-20 al cual nunca pudo asistir.
El prospecto español siguió el camino de otros jugadores españoles como Xabi Alonso, Cesc Fábregas y Gerard Piqué, que dejaron sus clubes de jóvenes para emigrar a la Premier League y se transformaron en estrellas mundiales.
Al recibir el llamado de Rafa Benítez desde el Liverpool, dejó el Málaga, donde estaba sin contrato y cobraba 120 euros por partido: “Cuando llegué a las oficinas del Málaga para explicar que me iba al Liverpool, ahí sí que me propusieron un contrato profesional”, recuerda Francis. Esta vez no dudó en ir acudir al llamado de Rafa Benítez, que tres años atrás ya lo había buscado para ir al Valencia.
Su llegada al Liverpool y el comienzo de la decadencia
Con apenas 18 años, Francis se sumó al Liverpool, donde jugó en la Reserve League North, por entonces liga de reservas de la Premier League. Allí fue figura en su debut y luego disputó un torneo internacional con la Sub 19 de España, en el cual fue MVP y le valió la convocatoria para el Mundial Sub 20.
Sin embargo, como ya les comentamos, nunca pudo jugar ese torneo. ¿Por qué? Pues, al día después de regresar a Inglaterra se rompió la rodilla y nada volvió a ser lo mismo: “volví a Liverpool y al día siguiente, contra el Middlesbrough, me rompí el cruzado, menisco, cartílago… Todo”, relata Francis.
Aquello fue producto de una patada de Fabio Rochemback, o tal vez no, Francis reconoce tener recuerdos confusos de aquel episodio: “En los primeros 10 minutos [Rochemback] ya me había pegado un par de hachazos. Luego me cayó el balón en la banda, lo vi venir, pensé que me iba a pegar otra, me crucé… y se me quedó la rodilla clavada. No recuerdo ni si me pegó o no, sólo me acuerdo del chasquido”, explica.
Eso se tradujo en una baja de siete meses, pero apenas regresó volvió a sufrir el mismo destino “Me recuperé, jugué tres o cuatro partidos y en el primero que fui titular, contra el Tottenham, me volví a romper el cruzado y el menisco de la misma rodilla”, reveló.
Todo terminó de ir para atrás con una tercera lesión: “Volví y empecé a coger ritmo. Jugué unos 8 o 10 partidos. Rafa Benítez me metía en sesiones de entrenamiento con el grupo. Pero en una jugada con un compañero me lesioné en la izquierda: y más de un año de baja”.
Su retiro del fútbol
Tras la salida de Rafa Benítez, Francis también dejó Liverpool. Quedó libre, con 22 años y todavía sin estar del todo recuperado. Se probó en Real Sociedad pero terminó en equipos menores como Elche u Orihuela.
Luego de un buen paso en Segunda B, le surgió la posibilidad de ir al Leganés, por entonces equipo de la segunda división española. Sin embargo, un problema de fichas impidió que esto suceda y allí se desmoralizó y comenzó a pensar en el retiro.
“Empecé a sentir que había sido injusto todo lo que me había ocurrido. Me pesó mucho. Me desmoralicé. No estaba a gusto. Veía que incluso me costaba llegar a los partidos. Sufría más que disfrutaba”, reconoce Francis.
Su presente, viviendo en Alcoy y vendiendo tabaco
En 2014 Francis colgó los botines, con apenas 25 años, y se alejó por completamente del mundo del fútbol. Su trabajo actual poco tiene que ver con la pelota, más allá de haber pasado algunos años como entrenador de categorías infantiles.
Francis trabaja junto con su mujer en una tienda de Alcoy, tras comprarse una licencia de estanco y se dedica a vender tabaco. Con ello tiene suficiente para vivir y cuidar de su hija, que recientemente comenzó el colegio.
“Compré una licencia de estanco y me dedico a vender tabaco y a estar en tienda. No he probado el tabaco en mi vida, pero una cosa es el negocio y otra es la forma de vida personal”, explica.
Además, cambió su Málaga natal por Alcoy porque “la rentabilidad y el precio de los estancos en Málaga era muy elevado. Con el poquito dinero que hice en mis años de profesional hice algunas inversiones inmobiliarias y algunos me recomendaron los estancos como un negocio”.
Francis Durán es el perfecto caso de un jugador que estaba llamado a ser una estrella del fútbol mundial, pero con quien las lesiones fueron caprichosas y nunca lo dejaron explotar su potencial.