Mucho tiempo tuvo que pasar para que los argentinos puedan volver a los estadios de fútbol. Más de un año y medio de prohibición como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Una espera que se hizo absolutamente eterna.

De todas maneras, ese panorama triste se terminó. Y justo en la decimocuarta fecha de la presente edición de la Liga Profesional de Fútbol de Argentina, la cual ofreció, nada más ni nada menos, que el Superclásico entre River Plate y Boca Juniors.

Las autoridades gubernamentales autorizaron una capacidad del 50 por ciento de aforo en cada uno de los estadios, aunque lo cierto es que, en muchos de ellos, esta determinación no se respetó para nada. Y en el Monumental parece que tampoco.

Así fue como una gran cantidad de hinchas de River dio la nota en el Antonio Vespucio Liberti, ofreciendo un colorido realmente espectacular y un fervor que se extrañaba de manera contundente. Por supuesto, luego llegó la frutilla del postre.

Cuando los jugadores del equipo comandado tácticamente por Marcelo Gallardo pisaron el verde césped del Monumental, los fanáticos Millonarios se despacharon con un recibimiento sencillamente magnífico, que se extrañaba y mucho.