La inminente llegada de Maximiliano Salas a River no pasó desapercibida en el mundo Racing. Mientras el delantero se acerca a convertirse en el primer refuerzo del Millonario para el segundo semestre, en Avellaneda crece el malestar. La posibilidad de que se marche ejecutando su cláusula de rescisión de 8 millones de euros, sin llegar a firmar la extensión de contrato que tenía acordada con la dirigencia, generó una fuerte reacción entre los hinchas.
Tras revelarse que los caminos del delantero y Núñez se cruzarían más temprano que tarde, los insultos y críticas no tardaron en aparecer en las redes sociales de Salas. En consecuencia, tomó una tajante decisión: cerró los comentarios en su cuenta de Instagram para evitar que el clima siga escalando y mantenerse lo más alejado posible de los flashes.
La medida llegó en la noche del domingo, luego de una ola de mensajes cargados de enojo por parte de los fanáticos de la Academia. Los comentarios, algunos más crudos que otros, se encargaban de catalogar a Salas de “traidor” o “desagradecido”, a raíz de la decisión de marcharse del club cuando parecía todo encaminado para renovar. Además, intentaron recordarle el daño que su partida podría ocasionar en su vínculo cercano con Gustavo Costas, quien lo había traído desde Palestino.
Cómo avanzan las negociaciones entre Salas y River
Mientras Salas eligió llamarse al silencio y evadir el mundo digital, avanzan los detalles de su traspaso. En River ya tendrían acordado el contrato con el delantero de 27 años, quien habría sido tentado por un llamado de Marcelo Gallardo, clave para que el futbolista defina su postura. Así, ya le habría comunicado su deseo de ser transferido a Costas. Solamente restaría que River formalice el pago de los 8 millones de euros correspondientes a la cláusula.
El delantero dejaría Racing tras haber disputado 76 partidos, con 13 goles convertidos y siendo una de las figuras en los títulos de la Copa Sudamericana y la Recopa.
